Euroverify: No, no hay pruebas de que Donald Trump fuese reclutado por el KGB

Un antiguo oficial del KGB, Alnur Mussayev, ha generado ruido en las redes sociales tras afirmar en la red de Meta que el presidente estadounidense, Donald Trump, fue reclutado por los servicios de inteligencia de la Unión Soviética en la década de 1980.
En una publicación de Facebook del pasado 20 de febrero, Mussayev afirmó que Trump fue reclutado por el KGB en 1987 durante un viaje a Moscú, cuando entonces tenía 40 años, donde se le asignó el nombre en clave de "Krasnov". Trump, que no ha respondido directamente a las afirmaciones de Mussayev, ha negado en repetidas ocasiones haber trabajado para Rusia.
Otro hilo en X, que ha acumulado más de un millón de visitas, se refiere a Trump como Krasnov y tacha al presidente de activo ruso. La publicación enumera una serie de afirmaciones más que cuestionables presentadas como supuestas pruebas.
Mientras tanto, otros usuarios en redes sociales se han burlado de la publicación. Una cuenta publicó un montaje fotográfico de Trump vestido con un traje de la KGB, además del acrónimo MAGA ("Make American Great Again") modificado para que rece "Moscow Agent Governing America" ("Agente de Moscú gobernando América").
Krasnov es un apellido común en Rusia, derivado de la palabra "krasniy", y significa rojo. El montaje ha llegado hasta los medios de comunicación y la clase política global. El diputado conservador británico, Graham Stuart, ha escrito en X: "Tenemos que considerar la posibilidad de que el presidente Trump sea un activo ruso".
¿Esta afirmación está fundamentada? Respuesta rápida: no
Mussayev no aportó ninguna prueba de que Trump fuera reclutado por el KGB durante su visita a Moscú. También se han planteado dudas sobre el cargo que el exagente dice haber ocupado en el KGB.
En la publicación de Facebook, el exespía kazajo afirma que trabajó para la 6ª dirección del KGB. Sin embargo, fuentes expertas como la Enciclopedia de la Agencia Central de Inteligencia afirman que este departamento no se centraba en "reclutar inteligencia extranjera", sino en "proteger contra el espionaje económico". Ante la ausencia de más pruebas, 'Euroverify' no puede verificar las afirmaciones de que Trump es o fue un activo ruso.
Es probable que estas afirmaciones en redes sociales se hayan visto intensificadas por la postura del presidente estadounidense en política exterior, considerada favorable para los intereses de Rusia. Alejándose del apoyo de la Administración Biden a Ucrania, el nuevo Gobierno republicano ha amenazado con interrumpir el apoyo militar y el intercambio de inteligencia con Kiev, aunque su secretario de Estado se ha retractado esta semana.
La breve pausa en el envío de ayuda militar e intercambio de inteligencia se produjo tras una disputa pública entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, durante una reunión en el Despacho Oval ante las cámaras de los medios de comunicación.
El viaje de Trump a Moscú en 1987
Estas acusaciones sobre Trump se han convertido en un clásico. En 2021, el periodista y escritor estadounidense Craig Unger publicó en su libro, 'American Kompromat,' que el actual presidente fue reclutado por Moscú.
El exagente del KGB Yuri Shvets -corresponsal encubierto para la agencia de noticias estatal rusa TASS en Washington durante la década de 1980- fue una de las fuentes clave de Unger para su libro. Shvets contó a Unger que Trump fue sondeado en 1987.
Unger ha explicado a 'Euronews' que existe una clara distinción entre un agente y un activo. "Mientras que un agente trabaja para una agencia de inteligencia y recibe remuneración, un activo es un amigo de confianza que hace favores", ha aclarado.
En el libro de Unger, Shvets afirma que cuando Trump inauguró en 1980 su primer gran proyecto inmobiliario, el hotel Grand Hyatt de Nueva York, compró 200 televisores en la tienda de electrónica Joy-Lud, propiedad de un emigrante soviético. Shvets asegura que la tienda era una tapadera del KGB y que, para entonces, Trump ya había sido identificado como un activo potencial.
En 1987, Trump viajó a Moscú, donde, según Shvets, fue interceptado por el KGB. A su regreso, el empresario emergente compró tres anuncios a toda página en los que criticaba la política exterior de Estados Unidos en tres importantes periódicos estadounidenses, con un coste total de 94.801 dólares (87.150 euros en el momento de escribir estas líneas).
En su libro de 1987, 'The Art of the Deal' (El arte de los negocios), Trump también mencionó la posibilidad de inaugurar una Torre Trump en Moscú. "Anteriormente, Trump había sido carne de tabloide para la prensa estadounidense, pero cuando regresó de Rusia comenzó a retratarse a sí mismo como un experto analista de política exterior", dice Unger.
El informe Mueller: una indagación sobre los vínculos pasados de Trump con Rusia
Los vínculos de Trump con Rusia fueron investigados en el informe Mueller de 2019, encargado por el Departamento de Justicia de EE.UU. En ellos se examinó la injerencia rusa durante las elecciones estadounidenses de 2016, donde Hillary Clinton y los demócratas perdieron contra Trump ante todo pronóstico.
Aunque se identificaron "vínculos entre el Gobierno ruso y la campaña de Trump", el informe no "estableció que miembros de la campaña de Trump conspiraran o se coordinaran con el Gobierno ruso en sus actividades de interferencia electoral."
"Nunca trabajé para Rusia", dijo Trump al ser interrogado sobre sus vínculos con el país por un periodista en 2019. "Es una vergüenza que hagas siquiera esa pregunta. Todo es un gran engaño", zanjó el magnate.
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