La crisis de la vivienda en Europa se agrava en España: "Es un problema poliédrico"

La vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas sociales y económicos en Europa, con un impacto especialmente notable en países como España y ciudades como Madrid y Barcelona. Según los últimos datos de Eurostat, el coste de la vivienda en la Unión Europea (UE) representa una carga insostenible para muchas familias.
En las grandes ciudades del bloque, el 10,6% de los hogares destinan más del 40% de sus ingresos a este pagar el alquiler, mientras que en áreas rurales la cifra baja al 7%. En Grecia, por ejemplo, más del 31% de los hogares urbanos superan este umbral. Es el país con una peor situación. En este contexto, la escalada de precios, la falta de oferta y el auge de los alquileres turísticos están complicando el acceso a una vivienda digna, especialmente para los jóvenes.
El aumento de los precios: un fenómeno europeo con un gran impacto en España
Entre 2015 y 2023, los precios de la vivienda en la UE aumentaron un 48% de media, con variaciones significativas entre países. Hungría lidera el ranking con un incremento del 173%, mientras que Finlandia apenas registró un 5%.
En España, el encarecimiento ha sido notable. Según Quique Villalobos, portavoz de Urbanismo y Vivienda de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid, "en solo un año ha subido el precio de la vivienda un 20% en compra y un 15,4% en alquiler". Este fenómeno se deja notar sobre todo en grandes urbes como Madrid, Barcelona y Valencia, donde la presión demográfica y el turismo agravan la situación.
En Madrid, el distrito centro "ha visto un aumento del alquiler del 21% en un año, con precios que rara vez bajan de los 2.000 euros mensuales. En municipios de la corona metropolitana se están pidiendo por viviendas de tres habitaciones alquileres de 1.200 a 1.500 euros", añade Villalobos.
En Barcelona, el panorama es similar, con el auge de los pisos turísticos como factor clave. Según Eurostat, los alquileres en la UE subieron un 18% entre 2010 y 2022, impulsados en parte por el crecimiento de los arrendamientos a corto plazo, que reducen la oferta disponible para residentes.
Los más afectados son los jóvenes
El acceso a la vivienda es un obstáculo especialmente duro para los jóvenes europeos, que abandonan el hogar paterno a los 26,3 años de media. En España, esta edad se eleva a 30 años, la segunda más alta de la UE, solo por detrás de Croacia (31,8).
"La vivienda explica el 70% de la desigualdad en este país", afirma Víctor Camino, diputado del PSOE en el Congreso. "Miles de jóvenes pagan hasta el 70% de su salario en un alquiler o en una compra, que es un laberinto". En Madrid, la tasa de emancipación juvenil es la más baja registrada, con menos del 15% logrando independizarse, según Villalobos.
Paula de las Heras, diputada del PP en la Asamblea de Madrid y portavoz de Vivienda, reconoce la dificultad: "Los jóvenes han pasado por fuertes momentos de la economía española desde hace diez años".
"Tienen poca capacidad de ahorro, los salarios no están subiendo". Para acceder a una vivienda, se requiere un colchón inicial de entre 20.000 y 40.000 euros, algo inalcanzable para muchos.
Respuestas políticas: entre la regulación y la oferta
La UE ha tomado medidas para abordar esta crisis. En 2021, el Parlamento Europeo aprobó una resolución que reconoce la vivienda adecuada como un derecho humano fundamental.
En julio de 2024, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció que la vivienda será una prioridad, con la creación de un comisario específico para este ámbito. En diciembre de 2024, se estableció un comité especial para proponer soluciones en un plazo de un año.
En España, las posturas políticas divergen
El Gobierno central, liderado por el PSOE, apuesta por la Ley de Vivienda, que incluye medidas como topes al alquiler en zonas tensionadas. "En Cataluña han bajado los alquileres de un 3% a un 5%", asegura Camino, quien critica a comunidades como Madrid por no aplicarla: "Aquí los precios han subido un 14%".
Por su parte, De las Heras defiende la estrategia de la Comunidad de Madrid: "No aplicamos las zonas tensionadas. En Barcelona hubo una mínima bajada del alquiler, pero ahora están a máximos históricos". El Ejecutivo madrileño impulsa el Pacto Regional por la Vivienda, con iniciativas como el Plan Vive, que ya ha entregado 3.300 viviendas, y el programa Mi Primera Vivienda, que ofrece avales a jóvenes.
Desde la sociedad civil, Villalobos reclama un parque de vivienda pública que alcance el 9% del total, frente al 1% actual en Madrid. "Necesitamos invertir entre el 2% y el 3% del PIB", sostiene, abogando también por gravar la vivienda vacía y prohibir desahucios sin alternativa habitacional. "La solución a la vivienda es un problema poliédrico", subraya, insistiendo en la necesidad de combinar regulación, construcción y financiación europea.
Un desafío compartido
La crisis de la vivienda trasciende fronteras. En capitales como Tallin (Estonia) y Budapest (Hungría), los precios también se han disparado, reflejando un problema estructural en la UE.
Mientras las instituciones europeas y nacionales buscan respuestas, millones de ciudadanos, especialmente los jóvenes, enfrentan un futuro incierto bajo el peso de un mercado inmobiliario desbocado. En palabras de Camino, "no podemos permitir una sociedad dividida entre multipropietarios ricos e inquilinos pobres". La solución, coinciden todos, requiere voluntad política y acción coordinada.
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