Así entrena la OTAN a las empresas tecnológicas de defensa en el campo de batalla

Los drones sobrevuelan y también se desplazan bajo el agua, mientras que los soldados, equipados con cascos de realidad virtual (RV), controlan datos de mapas de aspecto impresionante en pantallas. Frente a las costas del Centro de Experimentación Operativa de la Marina Portuguesa (CEOM), en Tróia, también navega un submarino nuclear.
Esto forma parte de un ejercicio respaldado por la OTAN que concluyó este mes. Durante tres semanas, fuerzas armadas de 24 países —entre ellos Ucrania— participaron en el mayor despliegue de sistemas marítimos no tripulados hasta la fecha, en el marco del ejercicio militar REPMUS 2025 (Robotic Experimentation and Prototyping using Maritime Unmanned Systems), dirigido por Portugal.
Los aliados se dividieron en equipos rojos y azules para enfrentarse en misiones simuladas. Ucrania, que participaba por primera vez, integró el equipo rojo adversario. Según declaró a la prensa el capitán Valter de Bulha Almeida, de la Armada portuguesa, este equipo disponía de 61 drones, 57 vehículos de superficie no tripulados (USV) y un vehículo terrestre no tripulado.
Los drones han tenido un papel central en el ejercicio de este año, en un contexto en el que estas tecnologías navales se vuelven cada vez más comunes en los ejércitos europeos, mientras países como Noruega, Estonia, Polonia, Bulgaria y Rumanía han sido blanco de acciones de guerra híbrida en las últimas semanas.
Una de las principales novedades ha sido la realización de ensayos diarios de interferencia, destinados a poner a prueba el rendimiento de los drones en entornos similares al combate real. Tanto Rusia como Ucrania emplean técnicas de bloqueo de señales GPS contra los drones enemigos.
Según explicó un funcionario ucraniano a 'Euronews Next' el año pasado, otra de las batallas clave en la guerra con Rusia ha sido la defensa frente a drones, ya sean de vigilancia o cargados de explosivos. "La participación de Ucrania es muy importante porque nos aportan los procedimientos y las tácticas que están haciendo en primera línea", declaró a 'Euronews Next' el capitán Valter de Bulha Almeida, de la Marina portuguesa.
"Estamos probando muchas técnicas, procedimientos, y es muy importante entendernos y comprender las capacidades de todas las unidades, de todos los participantes en el ejercicio, incluido el equipo ucraniano". Al ser preguntado sobre si el equipo rojo o el azul dominaba la batalla simulada, Almeida evitó anunciar un vencedor, pero subrayó que Ucrania está proporcionando valiosas lecciones mientras los aliados desarrollan nuevas tácticas.
Por su parte, el capitán Nuno Palmeiro Ribeiro, director del Centro OPEC de la Marina de Portugal, destacó que otra enseñanza clave de la experiencia ucraniana para los aliados de la OTAN es aprender a hacer más con menos. "Tenemos sistemas mucho más complejos, mucho más caros que los que ellos (Ucrania) utilizan, y son muy eficientes, así que creo que es una lección de aprendizaje que debemos tener", afirmó.
"Tenemos que probarnos a fondo"
También las empresas tecnológicas están aprendiendo a trabajar con el sector de Defensa y a poner a prueba sus soluciones, en línea con la ambición de la OTAN de integrar mejor las nuevas tecnologías entre los aliados.
"Al igual que Elon Musk [necesita...] cohetes explosivos, tenemos que abrazar el riesgo, tenemos que probar y planificar para dentro de 20 años. Tienen que producirse muchos cambios", afirmó James Appathurai, director gerente interino del Acelerador de Innovación en Defensa para el Atlántico Norte (DIANA) de la OTAN.
"Los centros de pruebas están muy bien, pero no son suficientes, tenemos que hacer pruebas duras y necesitamos un buen campo de pruebas", añadió durante una rueda de prensa a la que asistió 'Euronews Next'.
El ejercicio REPMUS también reúne al mundo académico y a empresas tecnológicas, que aprovechan la ocasión para probar sus desarrollos y trabajar junto a las fuerzas armadas participantes.
Las compañías europeas de defensa acudieron en masa a esta edición, en un contexto en el que la Unión Europea incrementa su gasto militar desde que el expresidente estadounidense Donald Trump instó a los aliados a aumentar las contribuciones a la OTAN.
"Hasta ahora, la inversión [de la Unión Europea] en Defensa causaba escalofríos a los inversores; estaba en la misma cesta que los cigarrillos y la pornografía", dijo Appathurai. "Lo que vamos a ver ahora es mucha más inversión (de capital riesgo) en la Defensa en la UE".
Tróia cuenta además con una zona franca tecnológica de 2.600 kilómetros cuadrados, donde empresas, académicos y militares pueden experimentar sin restricciones. "La 'free tech' es muy importante porque es un área donde podemos hacer actividades que los organismos de regularidad no suelen permitir. Podemos hacer actividades que no están permitidas en ningún otro lugar de Portugal, y creo que de otros países", explicó el capitán Palmeiro Ribeiro, quien subrayó que probar equipos marinos en aguas profundas también es vital.
Las nuevas tecnologías son clave
La empresa francesa Akheros participa en el ejercicio con misiones casi diarias. Su sistema de conexión puede integrarse en drones capaces de utilizar inteligencia artificial (IA) para analizar lo que ocurre tanto en tierra como en el mar, y es prácticamente imposible de interferir.
"Como todo el mundo sabe, la guerra de Ucrania lo ha cambiado todo. Ahora estamos entrando en un paradigma de guerra asimétrica en todas partes, por lo que los pequeños drones, como los drones terrestres o los drones navales o los vehículos aéreos no tripulados, son muy críticos en este tipo de guerra, e incorporan cada vez más IA", explicó a 'Euronews Next'.
"Así que lo que estamos presenciando aquí en REPMUS es el cambio de este paradigma con una nueva guerra que se hace muy ágil y muy rápida", añadió. Por su parte, la alemana Rheinmetall exhibe su sistema HERO, un dron kamikaze de cuatro alas.
"Podemos lanzarlo desde 60 kilómetros de distancia y estar muy lejos del objetivo, sin que el soldado al mando del dron sufra ningún daño", explicó a 'Euronews Next' Matt McCarthy, responsable de éxito de clientes de UVision, socio de Rheinmetall.
"Es importante probar la tecnología para demostrar nuestra capacidad y nuestra versatilidad para poder utilizarla en cualquier plataforma. Hemos lanzado desde tierra, hemos lanzado en el aire, y también hemos lanzado desde el mar, teniendo también ataques exitosos y todo", dijo.
Añadió que REPMUS era importante para la empresa porque demuestra "a las tropas que están ahí fuera que puede ser eficaz y que les ayudará siempre que lo necesiten". Por su parte, la finlandesa Kelluu ha desarrollado un sistema que, aunque recuerda a un dirigible, funciona como dron y como plataforma satelital.
Se trata de un dirigible de unos 12 metros de longitud, propulsado y lleno de hidrógeno, diseñado para recoger datos destinados a la protección de infraestructuras críticas. "Nuestra empresa está a unos 100 kilómetros de la frontera rusa. Tenemos muchas interferencias de GPS todo el tiempo", explicó a 'Euronews Next' Alex Salpani, jefe de operaciones de Kelluu.
Estas constantes interferencias llevaron a la compañía a desarrollar una tecnología capaz de resistir en entornos congestionados y en condiciones extremas como las del Ártico. Para superarlas, la empresa recurre a "múltiples tecnologías diferentes", aunque no quiso precisar cuáles.
"Hemos probado varias y hemos encontrado algunas soluciones", explicó. Probar estas innovaciones en REPMUS es "importante porque el mundo se encuentra en una situación con múltiples amenazas que están causando problemas a nuestras sociedades libres", declaró Luis Brito, analista de medios del Mando Marítimo Aliado de la OTAN.
"Tenemos que beneficiarnos de los avances que está aportando la innovación tecnológica y pasar a un momento de vanguardia, porque hay muchos sistemas nuevos, pero estos sistemas nuevos siempre representan nuevas situaciones y nuevos retos", añadió.
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