"Se acaba el tiempo" para los trabajadores europeos del acero y el sector pide medidas de protección

El sector siderúrgico dio la voz de alarma el miércoles sobre el destino de los puestos de trabajo europeos en el sector debido al doble impacto de la entrada de excedentes chinos en el mercado de la UE y los aranceles punitivos de EE.UU. dirigidos a la producción europea de acero.
"Los europeos tienen que hacer algo. Tienen que encontrar respuestas contundentes contra estas sobrecapacidades porque si no perderemos todos nuestros empleos y toda nuestra confianza", dijo a 'Euronews' Manuel Bloemers, del poderoso sindicato alemán IG Metall.
"En Alemania, la industria siderúrgica se ve muy afectada por estas importaciones. Thyssenkrupp tiene previstos muchos despidos", añadió. El vicepresidente de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, convocó una cumbre de urgencia en Bruselas con los líderes de la industria siderúrgica y los sindicatos para estudiar soluciones urgentes.
La industria siderúrgica europea mantiene actualmente unos 2,5 millones de empleos directos e indirectos en toda la UE, siendo Alemania, Italia y Francia los principales productores en 2024, según datos de EUROFER, lobby que representa a los principales productores de acero europeos.
Sólo Thyssenkrupp Steel ha anunciado planes para recortar hasta 11.000 empleos -alrededor del 40% de su plantilla alemana- de aquí a 2030. En toda Europa, miles de puestos de trabajo también están amenazados en ArcelorMittal, el segundo mayor productor de acero del mundo.
El año pasado fue difícil para el sector, que perdió 18.000 empleos en la UE, según IndustriAll, el sindicato europeo del acero. La situación puede empeorar con la nueva política comercial aplicada por el presidente estadounidense, Donald Trump, creen los representantes del sector.
Desde junio, EE.UU. ha impuesto aranceles del 50% a las importaciones de acero y una afluencia de acero chino fuertemente subvencionado se desvía de EE.UU. al mercado de la UE, lo que reduce los precios y los ingresos de la industria de la UE.
EUROFER ha pedido medidas para reducir a la mitad las importaciones de acero extranjero. "El gran riesgo que corremos los europeos es que no sólo se limitan nuestras exportaciones a EE.UU., sino que las importaciones que se dirigen a este país suelen aterrizar en una Europa desprotegida", declaró Henrik Adam, Presidente de EUROFER.
Tras semanas de tensiones comerciales transatlánticas, la UE y EE.UU. alcanzaron en julio un acuerdo comercial que incluye un arancel estadounidense del 15% sobre todas las importaciones de la UE, al tiempo que mantiene aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio, un amargo revés para el sector.
La Comisión ha declarado a 'Euronews' que desvelará nuevas medidas de protección del mercado en la sesión plenaria del Parlamento Europeo que se celebrará la próxima semana en Estrasburgo.
Se acaba el tiempo
"El tiempo se acaba", advirtió el eurodiputado alemán Jens Geier (S&D), que calificó el panorama de "angustioso" para los trabajadores de todo el continente. "Es una iniciativa oportuna que merece la pena por parte de la Comisión para proponer estos instrumentos de defensa, ya que todos estamos ansiosos por ver acciones por parte de la Comisión", dijo el eurodiputado.
Para responder a la crisis, la industria siderúrgica propone un sistema de contingentes arancelarios: las importaciones por encima de un determinado umbral estarían sujetas a un arancel del 50%. El umbral está aún por determinar.
La cuota se alinea con una propuesta lanzada en julio por Francia, respaldada por otros 10 estados miembros de la UE, que señala que el nuevo sistema "debe aplicarse a todos los terceros países sin excepción."
Desde 2019, la Comisión Europea ha aplicado medidas de salvaguardia para limitar las importaciones de acero extranjero. Sin embargo, están programadas para expirar en 2026, y EUROFER argumenta que las reglas actuales ya han demostrado ser insuficientes, ya que las importaciones de acero extranjero se duplicaron durante ese período.
La OCDE publicó en abril datos según los cuales el exceso de capacidad mundial de producción de acero se situaba en 600 millones de toneladas en 2023 y se espera que aumente a 720 millones de toneladas el año próximo. Para mantenerse firme, la UE espera que EE.UU. acepte rebajar sus aranceles.
Se espera que las negociaciones entre Bruselas y Washington se reanuden una vez que la Comisión haya ultimado su planteamiento de protección del sector. La Casa Blanca evaluará entonces lo que está dispuesta a conceder a los europeos. Pero las conversaciones se prevén difíciles, ya que Trump está presionando para que la capacidad de producción vuelva a suelo estadounidense.
"Nuestras industrias del acero y el aluminio están volviendo como nunca antes. Esta será otra gran sacudida de grandes noticias para nuestros maravillosos trabajadores del acero y el aluminio. Make America great again", escribió Trump en su plataforma Truth Social en mayo.
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