Un equipo de científicos japonés descubre la causa de la 'niebla mental' de la COVID persistente

Un equipo de científicos en Japón han identificado una posible causa biológica de la conocida como 'niebla mental' de la COVID persistente, proporcionando evidencias de que la condición es más que un síntoma duradero y que se trata de un trastorno molecular medible en el cerebro.
Un equipo de la Universidad de Yokohama, dirigido por Takuya Takahashi, descubrió que las personas con COVID persistente experimentan aumentos en la actividad de los receptores AMPA, un tipo de molécula crucial para el aprendizaje y la memoria. "Aplicando nuestra nueva tecnología de imagen PET de receptores AMPA, esperamos ofrecer una nueva perspectiva y soluciones innovadoras al desafío médico urgente que representa el COVID persistente", afirma Takahashi.
¿Qué es la 'niebla mental' del COVID prolongado?
Se trata de un término general para el deterioro cognitivo, la mala memoria y el pensamiento lento, y es uno de los síntomas más comunes e incapacitantes de la infección producida por el virus SARS-CoV-2, el coronavirus, que genera la enfermedad de la COVID-19. Varios estudios sugieren que afecta a más del 80% de las personas con COVID prolongado, dejando a millones de personas luchando por su calidad de vida.
Hasta ahora, los científicos tenían dificultades para encontrar marcadores biológicos claros que explicasen por qué sucede esto. Los estudios de imágenes previos muestran cambios estructurales sutiles en el cerebro, pero ninguno pudo identificar las alteraciones moleculares responsables. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente seis de cada 100 personas que tienen COVID-19 desarrollan COVID persistente.
¿Cómo se llevó a cabo la investigación?
El equipo japonés sospechaba que los receptores AMPA (AMPAR) podrían estar involucrados. Estos receptores actúan como centros clave de comunicación entre las células cerebrales y se vinculan a problemas de salud mental y condiciones neurológicas como la depresión, la esquizofrenia y la demencia.
Utilizando una nueva técnica llamada imagen PET K-2 AMPAR, los investigadores escanearon los cerebros de 30 pacientes con COVID persistente y compararon los resultados con los de 80 voluntarios sanos. El equipo descubrió que la densidad de los receptores estaba significativamente elevada en los pacientes, y cuanto mayor era la actividad AMPAR, peores eran sus síntomas cognitivos.
La inflamación también parece jugar un papel. Unos niveles más altos de marcadores inflamatorios están vinculados a los mismos aumentos de receptores, sugiriendo que la respuesta inmune del cerebro podría estar impulsando los cambios moleculares. "Nuestros hallazgos demuestran claramente que la 'niebla mental' del COVID prolongado debe ser reconocida como una condición clínica legítima. Esto podría motivar a la industria de la salud a acelerar el desarrollo de enfoques diagnósticos y terapéuticos para este trastorno", explica Takahashi.
Aunque el trabajo todavía se encuentra en sus primeras etapas, los hallazgos podrían ayudar a señalar tratamientos que reduzcan la actividad excesiva de AMPAR, potencialmente aliviando los síntomas de los afectados.
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