Telefónica presenta su plan para consolidarse como la operadora europea de referencia
Telefónica ha presentado su nuevo plan estratégico: Transformar y Crecer. Se trata de una hoja de ruta con horizonte 2030 que busca convertir al grupo en una operadora europea de escala mundial, más eficiente, rentable y preparada para competir en el nuevo entorno tecnológico. La teleoperadora quiere centrar su negocio en Europa, para ellos clausurará sus operaciones en México, Venezuela, Chile y Colombia.
El plan, aprobado por unanimidad por el consejo de administración y respaldado por los principales accionistas, combina una importante transformación del negocio del gigante tecnológico español con un crecimiento sostenido en sus cuatro mercados principales: España, Reino Unido, Alemania y Brasil. Aunque la estrategia cuenta con apoyos internos, entre los inversores no sentó del todo bien, pues la empresa lleva varios días con sufriendo fuertes caídas en Bolsa.
Un nuevo rumbo con raíces sólidas
El presidente de Telefónica, Marc Murtra, que apenas lleva 300 días en el cargo tras su paso por Indra, subrayó en su intervención que la compañía "es una gran empresa con un potencial extraordinario", pero que necesita abordar sin demora las áreas de mejora que la han limitado en los últimos años. Murtra aseguró que él mismo tomaría "decisiones difíciles" cuyo objetivo es convertir Telefónica en un actor clave entre las operadoras europeas y mundiales.
De las áreas a abordar destacó la falta de flexibilidad financiera, la lentitud en la ejecución y una excesiva complejidad operativa. El objetivo, explicó, es simplificar estructuras, tomar decisiones y recuperar agilidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento.
El directivo reivindicó también las fortalezas del grupo: su presencia en cuatro grandes mercados, su liderazgo en España y Brasil, su histórico conocimiento en redes, pues es una compañía con más de 100 años de historia, y su papel pionero en la convergencia de servicios fijos, móviles y de contenidos, avalados por el éxito de Movistar+. A ello sumó "el orgullo de pertenencia" de la plantilla, la cual podría sufrir despidos debido al nuevo rumbo de la compañía a pesar de ser un activo intangible que, según dijo, "no se puede copiar".
De la transformación al crecimiento
El plan se articula en dos ejes simultáneos. Por un lado, una transformación profunda de las operaciones, la política de inversión y la oferta de servicios y por otro, un impulso al crecimiento orgánico a corto y medio plazo. "No podemos refugiarnos en el largo plazo. Hay que transformar y crecer desde ahora", afirmó el CEO de la empresa.
Telefónica aspira a lograr entre 2026 y 2030 un crecimiento de ingresos de entre el 1,5% y el 2,5% anual, y de flujo de caja operativo de entre el 3,5 y el 5%. Para alcanzar estos objetivos, la compañía prevé ahorrar 3.000 millones de euros.
Seis pilares estratégicos
El plan se apoya en seis pilares que se aplicarán en cada mercado de forma adaptada a su realidad local. Los tres primeros están centrados en el cliente: mejorar la experiencia de usuario, ampliar la oferta convergente para particulares (B2C) y escalar el negocio de servicios digitales para empresas (B2B). En este último ámbito, laciberseguridad y la inteligencia artificial serán áreas prioritarias, especialmente tras el aumento de ciberataques en Europa.
Los tres pilares transversales apuntan a reforzar las capacidades tecnológicas, simplificar el modelo operativo y desarrollar el talento. "Las grandes empresas tecnológicas funcionan cuando tienen a gente muy buena; nuestra prioridad es hacerlo bien y explicarlo mejor", resumió el presidente.
Consolidación europea y disciplina financiera
Telefónica defiende que la fragmentación del mercado europeo de telecomunicaciones frena la inversión y la innovación. Mientras Estados Unidos cuenta con tres grandes operadoras que invierten más de 11.000 millones de euros anuales y China tiene otras tres operadoras que invierten 6.700 millones, en Europa existen 38 operadores con una inversión media de apenas 700 millones.
Este hecho hace que Europa haya pasado a liderar el mercado tecnológico de las comunicaciones, a quedarse muy atrás en la carrera de las nuevas tecnologías. "El resultado es que Europa, que fue pionera en telecomunicaciones, va hoy una generación tecnológica por detrás", alertó el directivo.
El grupo ve margen para una consolidación que reduzca esa brecha. Según estimaciones, las posibles sinergias derivadas de operaciones en los mercados clave podrían situarse entre 18.000 y 22.000 millones de euros. No obstante, Telefónica insiste en que su plan no depende de ninguna fusión ni adquisición: cualquier movimiento futuro deberá cumplir tres condiciones: sinergias claras, precio adecuado y requisitos regulatorios asumibles.
En paralelo, la compañía mantendrá su política de disciplina financiera para no aumentar su deuda. Las inversiones se destinarán prioritariamente al crecimiento orgánico y a preservar el grado de inversión crediticia. Solo después se destinarán recursos al dividendo, en función de la capacidad real de generación de caja.
Mirada a largo plazo
Con esta nueva estructura centrada en los cuatro mercados clave y una estrategia que combina eficiencia, innovación y liderazgo europeo, Telefónica aspira a recuperar protagonismo en el panorama mundial de las telecomunicaciones. "Es un reto fascinante y lo vamos a hacer acompañados, con una visión clara y un equipo con enorme talento", concluyó el presidente.
Transformar y Crecer marca así una nueva etapa para una compañía centenaria que busca reafirmar su papel como motor de la conectividad y la digitalización en el mundo.
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