Así se prepara la industria automovilística alemana para los aranceles de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desencadenó el martes una guerra arancelaria con sus tres principales socios comerciales, imponiendo aranceles del 25% a Canadá y México, y duplicando al 20% un arancel ya impuesto a China. El jueves, dio marcha atrás y pospuso los aranceles sobre múltiples importaciones de México y algunas de Canadá, pero subrayó que impondría aranceles adicionales a principios de abril.
La perspectiva de una guerra comercial internacional desencadenada por los aranceles de Trump llega en un mal momento para la economía alemana, que se contrajo por segundo año consecutivo en 2024. Alemania, antaño una potencia económica, será en 2025 el país más débil del bloque.
Sin embargo, los expertos sugieren que el impacto de una guerra arancelaria entre China, México y Canadá tendría un efecto limitado en Alemania -al menos por el momento-, aparte de afectar a los fabricantes y proveedores alemanes en estos tres países. "
Al menos a medio plazo, cabría esperar cierta desviación del comercio, en el sentido de que productos que estaban destinados a EE.UU., por ejemplo desde China, acabarían ahora en los mercados europeos", declaró a 'Euronews' Julian Hinz, catedrático de Economía Internacional de la Universidad de Bielefeld y director del grupo de investigación Política Comercial del Instituto de Economía Mundial de Kiel. No obstante, Estados Unidos también podría importar algo más de Europa en lugar de China, México y Canadá. "Los efectos difuminan un poco el panorama general", afirma Hinz.
Las empresas automovilísticas alemanas, entre ellas Audi, producen coches en México. Según datos de la Asociación Alemana del Automóvil (VDA), los fabricantes alemanes produjeron 716.000 coches en el país, principalmente para el mercado estadounidense. Si los aranceles de Trump significan que los coches alemanes producidos en México no pueden venderse tan fácilmente, o son mucho más caros ahora en EE.UU., entonces esto "podría tener un efecto mayor", dice Hinz.
El jueves, Trump concedió a los fabricantes de automóviles de México y Canadá una exención arancelaria de un mes tras negociar con las principales figuras del sector. Sin embargo, una vez terminado el mes, el economista alemán Thomas Hutzschenreuter dice que los aranceles y la subsecuente menor demanda de autos alemanes desde México impactarían a la fuerza laboral alemana, europea y mexicana. "Las tasas de desempleo se verán afectadas", dijo Hutzschenreuter a 'Euronews'.
Aranceles a la Unión Europea
Los expertos advierten de que el panorama cambia radicalmente si Trump decide imponer aranceles a la Unión Europea, una propuesta con la que amenazó a finales de febrero."Significa que las empresas individuales tendrán que diversificar sus ventas en todo el mundo.
En otras palabras, tienen que despriorizar el mercado estadounidense y dar mayor prioridad a otros mercados. Eso es lo que se está debatiendo actualmente en la mayoría de las empresas alemanas", dijo Hutzschenreuter. "Sin embargo, el problema es que no se puede reaccionar tan rápidamente como se están imponiendo los aranceles. La reacción lleva más tiempo. Y por tanto nos veremos afectados a corto plazo".
Un sector especialmente expuesto es la industria automovilística del país, que en 2023 supondrá el 17% de las exportaciones totales de Alemania, según cifras de la oficina Germany Trade and Invest (GTAI). La industria automovilística alemana entró en crisis el año pasado, con el cierre de fábricas y la supresión de miles de puestos de trabajo de fabricantes antaño tan potentes como Volkswagen.
La directora de la VDA, Hildegard Müller, comentó en febrero que las amenazas arancelarias de Trump del 25% a la Unión Europea eran una "provocación". "Los aranceles son la herramienta de negociación equivocada", dijo Müller. "El riesgo de un conflicto comercial global con efectos negativos en la economía mundial es alto".
Según las simulaciones realizadas por el Instituto de Economía Mundial de Kiel, el aumento de los aranceles provocaría pérdidas económicas e inflación tanto en la UE como en Estados Unidos.En Alemania, esto afectaría a las industrias automovilística y de ingeniería mecánica, y el Instituto Kiel muestra que la producción total disminuiría hasta un 4% en el caso de los automóviles. "Es una cifra importante para una industria que ya está pasando apuros", afirma Hinz.
Sin embargo, para Alemania y el conjunto de la UE hay que tener en cuenta que, aunque Estados Unidos es un socio comercial importante, apenas el 10% de las exportaciones se dirigen a ese país, explica Hinz. "Incluso en el peor de los casos de aranceles drásticos impuestos por EE.UU., la mayoría de las importaciones de la UE se quedan en la UE, y hay muchos otros socios comerciales con los que el comercio según las normas de la OMC y los acuerdos de libre comercio funciona perfectamente bien, seguirá funcionando como antes". "Estados Unidos es quien más se perjudica", concluye Hinz.
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