Contracturados por WhatsApp: ¿Aumentan las lesiones por usar el móvil?

Las horas que pasamos mirando el móvil están provocando un aumento del dolor de cuello, según creen algunos usuarios. La postura utilizada para ello puede provocar daños crónicos, problemas posturales a largo plazo e incluso una degeneración de la columna vertebral. Y no sería de extrañar, teniendo en cuenta nuestros hábitos frente a las pantallas.
Según datos recientes, una persona media pasa unas cuatro horas y 37 minutos al día frente a su teléfono, lo que equivale a más de un día completo a la semana o seis días al mes. El tiempo diario frente a una pantalla ha aumentado un 7,9% desde 2013, lo que supone casi media hora más al día.
Desde el punto de vista biomecánico, tiene sentido esta dolencia: al inclinar la cabeza 60 grados hacia delante, el peso efectivo sobre el cuello aumenta de unos cinco kilos a más de 27, lo que impone una mayor tensión sobre la columna cervical y sus estructuras circundantes.
Varios estudios recientes -aunque sin una metodología rigurosa- consideran que existe una relación entre el uso intensivo de los teléfonos inteligentes y el dolor musculoesquelético. Según estas encuestas, entre el 50% y el 84% de los usuarios experimentan molestias en el cuello, los hombros o la parte superior de la espalda. En el caso de los niños, algunos estudios han revelado que hasta el 70% de los que pasan entre cinco y ocho horas al día frente a una pantalla se quejan de dolor de cuello.
Pero, ¿se trata realmente una nueva afección médica? El profesor Jan Hartvigsen, epidemiólogo de la Universidad del Sur de Dinamarca y uno de los principales investigadores mundiales del dolor de columna, cree que no. "En pocas palabras, no lo considero una enfermedad real", explica a 'Euronews Health'. Hartvigsen sostiene que muchas de las pruebas que argumentan que estamos ante una nueva enfermedad son débiles. Este asegura que los estudios son pequeños, se basan en encuestas sin el suficiente rigor metodológico o utilizan diseños transversales que no pueden demostrar una relación causa-efecto.
El experto califica las contracturas vinculadas al móvil de pánico exagerado. "Por ejemplo, cuando se construyeron los primeros ferrocarriles, se consideraba muy poco saludable para la espalda viajar a velocidades tan altas. Y cuando todo el mundo empezó a tener ordenadores en los años 90 y un ratón, de repente, tuvimos una epidemia de problemas de cuello, columna y brazos por usar el ratón. Y hoy ya casi no se habla de ello. Simplemente ha desaparecido".
Eso no quiere decir que el dolor de cuello no sea real. Es una de las dolencias musculoesqueléticas más comunes en todo el mundo, sobre todo entre oficinistas y estudiantes. Los expertos recomiendan tomarse descansos regulares del trabajo sedentario y mantener un estilo de vida activo fuera del trabajo para ayudar a reducir las molestias y prevenir la tensión.
Pero Hartvigsen subraya que el dolor es multifactorial -relacionado con el estrés, el sueño y el comportamiento sedentario- y no está causado simplemente por mirar el teléfono. "El cuello es una estructura fuerte, moldeada por millones de años de evolución. No es especialmente vulnerable. Los traumatismos por accidentes de tráfico, violencia o deportes de contacto pueden lesionar el cuello, pero las actividades cotidianas no suelen hacerlo".
La reciente revisión sistemática de su equipo en el 'British Journal of Sports Medicine' analizó más de 100 estudios y no encontró pruebas de que el dolor de cuello esté aumentando entre los jóvenes, a pesar de su tiempo invertido frente a la pantalla.
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