Los datos de los terremotos podrían ser la clave para predecir la próxima erupción del Etna, según un estudio
El Etna es uno de los volcanes más activos del mundo. Situado en la costa oriental de Sicilia, entra en erupción varias veces al año, la última en junio de este año.
Aunque hasta cierto punto es posible predecir las erupciones, un nuevo estudio publicado en 'Science Advances' propone un nuevo método de predicción que analiza los patrones de los terremotos. Podría permitir una preparación más temprana y mejor.
Cómo predecir los volcanes
En la actualidad, los científicos vigilan el Etna analizando datos sísmicos, geológicos, geofísicos y geoquímicos, especialmente cómo se mueve el magma en la corteza superior. A partir de ahí, pueden hacerse una idea de si el volcán entrará en erupción en breve, ya que cuando el magma entra en erupción en la superficie, se convierte en lava. Pero a menudo no pasa mucho tiempo entre una alerta y una erupción.
Este nuevo estudio ofrece un paradigma diferente: observar los patrones de los terremotosy los movimientos del magma a un nivel más profundo.
Los terremotos y los volcanes suelen estar interconectados. Los terremotos se producen a lo largo de los límites de las placas tectónicas, y el Etna está situado justo en el punto de encuentro de las placas tectónicas africana y europea. Pequeños y grandes terremotos afectan al movimiento del magma del volcán, pudiendo influir en la erupción.
Un nuevo método
El estudio, realizado por investigadores del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, analizó datos de dos décadas de terremotos en el Etna.
Los investigadores se centraron en el "valor b", que básicamente evalúa la proporción entre terremotos pequeños y grandes. Descubrieron una correlación entre la actividad volcánica y el valor b: la proporción cambiaba a medida que el magma ascendía por la corteza. Al trazar el "valor b" a lo largo del tiempo, pudieron identificar algunos signos tempranos de erupción volcánica.
"Nuestros resultados demuestran que el seguimiento del valor b a lo largo del tiempo ofrece una valiosa oportunidad para rastrear los movimientos del magma desde las partes profundas a las superficiales del sistema de tuberías y podría integrarse en el sistema de vigilancia multiparamétrica del Etna para mejorar la evaluación de erupciones inminentes", escriben los autores.
Evitar la catástrofe
Una predicción más temprana y precisa es crucial para las comunidades que rodean al Etna. Según la NASA, casi un tercio de la población de Sicilia vive en las laderas del volcán. La erupción de junio produjo columnas de ceniza de 6,5 kilómetros.
Los autores ven en este nuevo método una forma de evitar catástrofes, tanto en el Etna como en otros volcanes similares.
"El valor b podría utilizarse como precursor de erupciones en otros volcanes en los que se disponga de un número suficiente de terremotos, lo que en última instancia permitiría una mejor gestión del peligro volcánico y de la seguridad pública", escriben.
Today