Una sinfonía de luz y sonido en la final de la Copa Árabe de la FIFA

Las finales de fútbol no sólo se definen por lo que ocurre sobre el terreno de juego. El rugido del público y las canciones que entonan también pueden ayudar a determinarlas, pero en la final de la Copa Árabe de la FIFA Qatar 2025, disputada en el estadio de Lusail, la emoción comenzó mucho antes del primer saque.

Ante más de 88.000 espectadores y dignatarios de todo Oriente Próximo, el estadio -más conocido por ser la sede de la final de la Copa Mundial de 2022- se transformó en un lienzo de luz y sonido para estrenar una especie de nuevo himno nacional: 'Nabd Qatar' (El pulso de Qatar).

Coincidiendo con el Día Nacional de Qatar, el estreno fue la pieza central de la campaña Qatar SoundBeat, una iniciativa cultural encabezada por Media City Qatar para unir el patrimonio de la nación con sus modernas ambiciones creativas. Vea a continuación el vídeo musical oficial de 'Nabd Qatar'

Un tapiz sonoro del desierto

La composición es obra del músico Omar Rahbany, aclamado en la región, y ha sido producida por Rahbani 3.0. La pieza no es un tema orquestal al uso; es una historia sonora de la nación del Golfo.

Interpretado por la Orquesta Filarmónica de Qatar, el arreglo cuenta con 68 músicos y 30 instrumentos, y mezcla estructuras sinfónicas occidentales con instrumentación tradicional árabe. Según el compositor, el tema recorre tres etapas distintas: "tradición, clasicismo y modernidad".

El diseño sonoro es intencionadamente evocador, lo que permite a los oyentes detectar:

• Cantos de danza de espadas Ardha: Letras tradicionales escritas por el Excmo. Sr. Salah bin Ghanem Al Ali.
• El ritmo de la naturaleza: El zumbido de las dunas del desierto, el susurro del viento y la llamada de un halcón.
• El movimiento: El galope de un caballo árabe y el ondear de la bandera nacional.

Omar Rahbany describió el intrincado proceso de imitar el latido de un corazón a través de la música: "Cada detalle se elaboró con intención, hasta los elementos fonéticos como 'Wa-tan' (patria) y 'Na-bd Qa-tar' (pulso de Qatar) para reflejar la cadencia de un latido". Dar forma a la historia de una nación a través de la melodía, el ritmo y la emoción es uno de los mayores honores que puede recibir un artista".

'Crowdsourcing' de un himno nacional

Aunque la música fue compuesta por profesionales, el alma de la letra pertenece al pueblo. La letra, redactada por Abdullah Khaled Abdulquddus, procede de la campaña 'Qatar ArtBeat', una iniciativa que ha batido el récord Guinness y en la que se recogieron miles de contribuciones del público. El resultado es una canción que habla literalmente con la voz del pueblo, transformando sus tributos escritos a la unidad en una partitura musical.

El Dr. Nasser Sahim, director ejecutivo adjunto de la Orquesta Filarmónica de Qatar, alabó el peso de la interpretación: "Una obra de esta envergadura exige precisión, unidad y profunda comprensión... nuestros músicos la abordaron con un meditado compromiso con la excelencia en cada nota".

Qatar: "Un lugar donde crecen las nuevas ideas"

El espectáculo de Lusail fue también una declaración de intenciones de Media City Qatar (MCQ). Más allá de la música, MCQ está posicionando al país como el próximo gran centro mundial de medios de comunicación y creatividad. En la actualidad, la organización acoge a más de 300 empresas con licencia en los sectores del juego, la innovación digital y la creación de contenidos.

S.E. el Jeque Dr. Abdulla bin Ali Al Thani, presidente de Media City Qatar, considera que la canción es una tarjeta de visita para la comunidad creativa de la región: "Media City Qatar aprovechó este momento para enviar un mensaje claro a la comunidad creativa de la región: El futuro de los medios árabes se está forjando aquí. Llama a todos los creadores de nuestra región a mirar a Qatar como un lugar donde pueden crecer nuevas ideas".

Para los que se perdieron el espectáculo en directo en el estadio, 'Nabd Qatar' ya está en streaming en Spotify, Anghami y YouTube, permitiendo al mundo escuchar el latido moderno del Golfo.