Air Canada ofrece bebida gratis en clase turista, ¿comodidad o caos a 10.000 metros?

Buenas noticias quienes les gusta beber mientras vuelan. Hace unos días, Air Canada anunció que a partir de otoño se servirá cerveza, vino y aperitivos gratuitos a los pasajeros de clase turista en todos los vuelos, no sólo en los de largo recorrido.
De este modo, la compañía de Montreal se convierte en la única aerolínea norteamericana que sirve alcohol gratis en las cabinas económicas de toda su red. Competidoras estadounidenses como American, Delta y United sólo sirven bebidas en vuelos a partir de cierto kilometraje, mientras que compañías de bajo coste como Spirit, Frontier y JetBlue cobran por las bebidas alcohólicas.
¿Por qué Air Canada ofrece ahora bebidas gratis?
Scott O'Leary, vicepresidente de fidelización y producto de Air Canada, dijo que la decisión refleja lo mucho que importan a los clientes las comodidades a bordo. "La comida y la bebida tienden a tener un impacto desproporcionado en la satisfacción del cliente", declaró a Reuters, añadiendo que renunciar a las tasas de alcohol en lugar de reducir las tasas de equipaje tiene más valor para los pasajeros, y quizá también para la aerolínea.
El nuevo menú también presenta los platos favoritos de los canadienses a bordo de la aerolínea de bandera del país. Los vuelos matinales incluyen barritas de avena gratuitas de la marca canadiense MadeGood, mientras que las salidas desde el aeropuerto Billy Bishop de Toronto ofrecerán chupitos de jengibre de la marca local Greenhouse a partir de las 10.30 de la mañana.
El cambio de la cerveza gratis viene con otro giro inesperado. Al servir Heineken 0.0 a bordo, Air Canada será la única aerolínea norteamericana que ofrezca cerveza sin alcohol a altitud de crucero. En conjunto, la medida pretende que los pasajeros se sientan mejor atendidos -si no más fieles- en un momento en que el servicio a bordo se ha convertido en un elemento diferenciador clave entre las compañías aéreas.
Las bebidas gratis también pueden traer turbulencias
Pero todo el mundo en la industria de la aviación levanta la copa. El alcohol puede ser una fuente de comodidad para algunos viajeros, pero también se ha convertido en un importante punto de irritación y fuente de comportamientos perturbadores. En 2017, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional informó de un repunte en el comportamiento indisciplinado de los pasajeros, con un incidente por cada 1.053 vuelos en todo el mundo. En 2023, la tasa se había disparado a uno por cada 480 vuelos. En más de una cuarta parte de los casos se trataba de alcohol, a menudo consumido antes del embarque.
Incidentes recientes ponen de relieve el reto al que se enfrentan las aerolíneas en lo que respecta al alcohol. A finales de septiembre, un vuelo de Ryanair de Londres Luton a Alicante fue desviado después de que un grupo de pasajeros intoxicados se pusiera violento. Unas semanas antes, un vuelo de easyJet desde Málaga fue cancelado cuando un grupo de pasajeros presuntamente ebrios perturbó los procedimientos de embarque.
En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) registró más de 2.100 informes de pasajeros indisciplinados en 2024. Decenas de ellos fueron remitidos para posibles acciones penales.
¿Qué están haciendo las aerolíneas para frenar los problemas relacionados con el alcohol?
Desde 2021, la Política de Tolerancia Cero de la FAA establece sanciones civiles por infracciones como el consumo personal de alcohol en un vuelo, que incluyen multas de hasta 37.000 dólares (31.500 euros).
Las compañías aéreas europeas han adoptado distintos enfoques del problema. La aerolínea de bajo coste Jet2 prohibió la venta de alcohol antes de las 8 de la mañana, mientras que a principios de este año, el franco consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, sugirió imponer un límite de dos bebidas en los bares de los aeropuertos.
El apoyo público a estas medidas es sorprendentemente fuerte. Según una encuesta de YouGov de 2024, el 62% de los británicos apoyaría la imposición de límites al consumo de alcohol antes de los vuelos.
Pero ha resultado difícil armonizar el apoyo público con la normativa. Los bares de los aeropuertos de todo el Reino Unido pueden empezar a servir alcohol legalmente a partir de las 5 de la mañana, y las propuestas para frenar la venta a primera hora de la mañana se han estancado en repetidas ocasiones.
Equilibrio a 10.000 metros
Los tripulantes de cabina suelen ser los primeros en darse cuenta de que los ánimos se han caldeado demasiado durante las vacaciones. Una azafata de vuelo de una importante aerolínea mundial, que habla bajo condición de anonimato, dice que vigila de cerca a los pasajeros que piden varias bebidas. "Hay muchas razones válidas para limitar el consumo de alcohol a bordo, desde cuestiones de seguridad en caso de emergencia hasta el bienestar de los demás pasajeros", explica.
Algunos sostienen que reducir el servicio de alcohol en los aviones puede ser contraproducente, pues animaría a los viajeros a darse un atracón en las terminales antes de embarcar, una tendencia que puede haber tocado techo hace unos años. "Los borrachos van a beber", comentaba un viajero frecuente en Reddit, señalando que los incidentes aumentaron durante la pandemia cuando las aerolíneas suspendieron la venta de alcohol.
Para las aerolíneas, la decisión es delicada. La venta de alcohol genera ingresos y satisface las expectativas de los consumidores, pero también entraña riesgos para la seguridad, el personal y los demás pasajeros. La apuesta de Air Canada es que las bebidas gratuitas, gestionadas de forma responsable, se traduzcan en viajeros más felices, una marca más fuerte y quizá también mayores ventas.
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