La cesta de la compra frena su escalada, pero es un 16% más cara que en 2021


Los precios encadenan dos meses de subidas, pero ya no presionan tanto como en 2022, cuando se incendiaron y la inflación alcanzó niveles inéditos en cuatro décadas. En julio, el Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó un 2,7%, muy lejos del 10,8% marcado exactamente hace tres años. La escalada de los alimentos también ha aflojado y ha seguido la estela de la inflación general: los comestibles se encarecieron un 2,7% en el séptimo mes del año. Aunque el precio de varios artículos repuntó por encima de la media, por ejemplo los huevos, otros se abarataron con fuerza, como el aceite de oliva y el azúcar. Desde julio de 2021, la referencia anterior a la crisis inflacionista que provocó la invasión rusa de ucrania, los alimentos y bebidas no alcohólicas se han encarecido un 33% según el INE. Aunque los consumidores han paliado parte de ese golpe reduciendo las cantidades y lo que compran. Un análisis de la cesta de compra básica realizado por EL PAÍS arroja un encarecimiento del 16% en cuatro años.
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