Puerto Sherry como meca del pijerío de fiesta: “No somos pijas, sino bien vestidas”
Elena, Pepi, Paula y Sara se bajan de un taxi poderosas y maqueadas de punta en blanco. Vestidazos de colores complementarios —verde, corinto, blanco y rosa—, pendientes y colgantes dorados, bien de maquillaje y sandalias de tacón. Cualquiera diría que el calor de las cinco de la tarde no pesa como una losa. Pero la fama nacional de los cuatro beach clubs de Puerto Sherry (El Puerto de Santa María, Cádiz) es que o vas bien arreglado o no pasas de la puerta. Así que ellas no se la han jugado: vienen en tren desde Córdoba dispuestas a estar 13 horas de fiesta y no quieren imprevistos. Escoger modelito ha costado lo suyo, confiesa Elena, pero dan el pego. Aunque Pepi aclara por si acaso: “No somos pijas, solo bien vestidas. Es que si no aquí ni entras”.
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