La exagerada valoración de Palantir pone de manifiesto su estatus

Perdonemos a los contratistas militares estadounidenses por su complejo de Dios: después de todo, su resurrección y renacimiento siguieron a lo que se conoció como la “última cena”. El 21 de julio de 1993, el subsecretario de Defensa William Perry dijo en una reunión de CEO de la industria que, con el fin de la Guerra Fría y los recortes presupuestarios que se avecinaban, tendrían que concentrarse para sobrevivir. Las décadas de fusiones y adquisiciones que siguieron dieron lugar a un selecto grupo denominado primes, cuyos miembros más importantes –RTX, Lockheed Martin y Northrop Grumman– tienen un valor conjunto de 400 000 millones de dólares. Su control sobre la cadena de suministro militar ha causado luego mucha inquietud. Sin embargo, en 2025, una sola empresa emergente de software centrada en la defensa, Palantir Technologies, ha crecido a una velocidad vertiginosa hasta alcanzar una valoración casi tan grande como la de las tres juntas.
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