Un día en las oficinas de Bimba y Lola: “Estamos muy orgullosos de decir que venimos de Vigo”

Además de las vacas pastando, visibles desde cualquier parte del edificio, lo primero que llama la atención de la sede de Bimba y Lola en la avenida de Madrid (a media hora a pie del centro de Vigo) es una enorme escalera transversal que divide la construcción en dos mitades y comunica las tres plantas de forma directa. Está decorada con dos grandes bolsos “por casualidad. Los hicimos para un evento interno y aquí siguen. Igual hasta los dejamos”, relata José Manuel Martínez, CEO de la compañía. Salvo en las zonas necesarias (estudio, sala de reuniones, etc.) apenas hay paredes, lo que refuerza la idea de la enseña gallega de presentarse como “un colectivo creativo”. “En las oficinas anteriores, en Mos, era mucho más difícil reunirse y estar en contacto continuo”, explica, “hemos vivido grandes momentos allí pero, además de estar mucho más ‘apiñados’, ya se nos hacía cuesta arriba la dinámica de trabajo”.
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