De Amundi a UBS: ¿quién es quién en la gestión pasiva?


A cierre del segundo trimestre de 2025, el patrimonio en fondos indexados o cotizados (ETF) de las gestoras internacionales en España alcanzaba los 88.700 millones de euros, es decir, el 35,9% del total de activos gestionados por estas, según datos de Inverco. Unas cifras, aunque importantes, todavía muy por debajo de los flujos que se manejan en Europa.
¿Qué tal sienta la volatilidad a los porfolios de ETF?
Muchos de los expertos consultados coinciden en que la gestión activa y la gestión pasiva son complementarias. De hecho, “gran parte de los inversores combinan ambas para beneficiarse de las ventajas de cada una. La elección depende de los objetivos, el horizonte temporal y las preferencias de cada inversor”, como indica Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia.
Sin embargo, en momentos en los que la inestabilidad y vaivenes caracterizan al mercado, hay más dudas sobre la capacidad de cambiar estrategias de los productos de gestión pasiva.
Desde el equipo de negocio de CaixaBank AM advierten de que este tipo de gestión “replica el comportamiento del mercado sin capacidad de reacción ante caídas abruptas, lo que puede ser una desventaja en entornos de alta volatilidad. En cambio, la gestión activa puede proteger el capital al adaptar la exposición y aprovechar oportunidades tácticas”.
Sin embargo, otros expertos tienen otra visión. Según Pablo Bernal, responsable de Vanguard en España, “a menudo se asume que las estrategias activas ofrecen mejores resultados en mercados volátiles, pero los datos cuantitativos no respaldan esa creencia”, asegura.
Unai Ansejo, co-consejero delegado de Indexa Capital, opina que en entornos turbulentos, la gestión indexada suele ser más recomendable porque “ofrece diversificación automática, disciplina frente al pánico y comisiones más bajas, mientras que la gestión activa en conjunto tiene muchas más dificultades para batir al mercado de forma consistente”.
También en Finizens consideran que la clave “no está en anticipar movimientos del mercado, sino en mantener una estrategia globalmente diversificada y de largo plazo. La gestión pasiva ofrece precisamente esa robustez”.
Antonio Royo-Villanova, especialista sénior de DWS Xtrackers para Iberia, por su parte, recuerda que los fondos cotizados “tienen la ventaja de que los inversores pueden ajustar su nivel de riesgo de manera inmediata al poder comprar y vender en un mercado bursátiles su ETF”.
Ante estos contextos de mercado, en Invesco creen que las estrategias de dividendos pueden ser útiles para aquel inversor que desee un cierto nivel de estabili
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