El golpe de Trump a las petroleras rusas trastoca los cálculos de Putin para alargar la guerra
Aún tiene margen, sí, pero cada vez menos. La última, y en cierto modo sorpresiva, ronda sancionadora de Estados Unidos contra Rosneft y Lukoil, dos gigantes de la todavía poderosa industria fósil rusa, estrecha la capacidad de maniobra de un Vladímir Putin convencido de poder alargar aún más su guerra. El presidente ruso advirtió el jueves a Donald Trump de que le saldrá caro a los estadounidenses. El entorno del Kremlin no esconde el escozor que ha provocado el movimiento en Moscú. Contaba con alejar a la actual Administración estadounidense de la causa ucrania, y el paso dado va justo en dirección contraria. Putin se mantuvo firme, sin embargo: “Ningún país que se precie actúa bajo presión. Rusia es uno de ellos”, manifestó.
Today