Bufetes, abogados, egos y redes sociales: el delicado equilibrio entre el control y el ‘laissez faire’
Si la semana pasada se habló en esta sección de cómo moldear abogados que no solo fuesen brillantes en lo técnico, sino también linces a la hora de vender, en esta ocasión situamos el foco en un tema muy relacionado: la marca del letrado en internet. ¿Es bueno que el abogado de un gran bufete gane protagonismo en redes sociales? Cualquier experto diría: “Por supuesto”. No es solo beneficioso para él, apuntaría a renglón seguido, sino que es además altamente recomendable para la firma. Pero al profundizar es fácil topar con una derivada más espinosa y un debate con más miga: ¿es bueno que el abogado vaya por libre a la hora de crear su marca en internet y eclipse a su propia firma? O por el contrario, ¿debe seguir las rígidas directrices de los departamentos de comunicación, lo que puede dar a pie a un indeseable choque y a una incómoda sensación de control?
Cómo sí comunicar en LinkedIn
Aportar valor. ¿Qué publicar en LinkedIn para potenciar la marca personal sin entrar en conflicto con el bufete al que se pertenece? Los expertos en comunicación profesional recomiendan que los abogados se limiten a desgranar temas de actualidad y a hacer análisis. En definitiva, explotar su proyección de experto en asuntos jurídicos.
Compartir logros. Está bien informar a la comunidad sobre ciertos logros, pero siempre que se haga de forma humilde y sean hazañas relevantes, no banales o vacías.
Ser coherentes. Es preferible evitar ser un verso libre y utilizar un estilo de comunicación muy dispar al de la firma, o usar un lenguaje excesivamente vulgar.
Dar cobertura. Los expertos recomiendan republicar y compartir contenidos de la firma matriz, para fomentar la creación de comunidad y el sentimiento de pertenencia.
Cómo no comunicar en LinkedIn
Política. Es la gran línea roja: no hay que entrar en charcos políticos. Tampoco en dilemas ideológicos. No es el objetivo del bufete y puede desencadenar tormentas donde la reputación del bufete solo tiene las de perder.
No es Instagram. Ir de afterwork con los colegas de la oficina es divertido, pero no es relevante para la comunidad legal. Los expertos recomiendan limitar las publicaciones a lo estrictamente profesional.
Confrontar. Las firmas aconsejan repetidamente evitar el conflicto. Incluso sobre cuestiones meramente profesionales la recomendación pasa por la cautela. Siempre huir de la confrontación.
Publicar por publicar. Los consultores recomiendan pensar dos veces antes de lanzarse a escribir publicaciones de relleno y evitar las reflexiones vagas o improvisadas. La regla es simple: si no aportas algo nuevo, mejor no le des al botón de publicar.
Temas personales. El contenido humano es valioso, pero compartir excesivos detalles privados puede desviar el mensaje profesional.
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