Hacienda baraja una deducción de unos 600 euros para que los perceptores del nuevo salario mínimo no paguen IRPF
El Gobierno quiere evitar a toda costa un nuevo enfrentamiento por la tributación del salario mínimo y está trabajando en una fórmula de consenso que contente a los dos socios de coalición. La premisa es clara. Hay que evitar el ruido que se generó hace un año y centrar el foco en lo que el Ejecutivo considera realmente importante: una nueva subida del mínimo retributivo en España. Por eso, el Ministerio de Hacienda está estudiando la posibilidad de ampliar la deducción del IRPF destinada a los trabajadores que perciben el salario mínimo interprofesional (SMI) ―que actualmente se sitúa en 340 euros anuales― hasta el entorno de los 600 euros, según fuentes conocedoras, aunque todavía deben afinarse los cálculos.
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