Sargadelos: los “cacharriños” de porcelana que esquivaron la quiebra y ahora buscan crecer en el exterior
Desde la fábrica de Sargadelos en la pequeña aldea lucense que le da nombre (de apenas 80 habitantes) no se ve el mar ni se escucha su rugido rompiendo contra los acantilados. Sin embargo, en sus “cacharriños”, como llamaba a sus creaciones Isaac Díaz Pardo, impulsor de la recuperación de la centenaria firma cerámica, las olas están muy presentes y sus característicos diseños blanco y azul cobalto son una de las señas de identidad de Galicia. Imagen del diseño y la cultura de la tierra, dice su propietario actual, Segismundo García (A Pontenova, Lugo, 73 años).
Una historia plagada de avatares
1 Fundación. Antonio Raimundo Ibáñez, marqués de Sargadelos, inaugura en 1806 la fábrica de loza de Cervo aprovechando los yacimientos de caolines de la zona.
2 Ampliación. José Ibáñez, hijo del fundador, amplía la planta para producir 20.000 piezas anuales en los años treinta.
3 Alquiler. Luis de la Riva & Cía arrienda la factoría, que vivirá su época dorada, con 1.000 trabajadores hasta 1862.
4 Cierre. La familia Ibáñez recupera la gestión pero no tiene éxito y se cierra en 1875.
5 Refundación. Los intelectuales Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane contribuyen a la recuperación de Sargadelos, que se convierte en referente cultural de Galicia, con nuevas instalaciones en 1968.
6 Rescate. En 2014 tras años de pérdidas y disputas entre los propietarios se presenta un concurso de acreedores con el que Segismundo García se coloca al frente de la compañía.
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