La empresa de belleza que nació tras un viaje entre amigas

Durante un viaje a finales de 2019, llegado el momento de irse a dormir, Blanca Miñano y sus amigas echaron mano de sus neceseres pero una de ellas, que por entonces vivía en Shanghái, sacó también un aparatito que comenzó a pasarse por la cara. “Todas las que estábamos nos quedamos ahí mirando”, recuerda. “Nosotras íbamos con nuestra crema y ella llevaba su dispositivo”. Miñano contactó con el fabricante y, aunque la máquina no se podía vender en Europa por falta de la certificación necesaria, aquel producto despertó su curiosidad. Comenzó a analizar las tendencias en otros países, a buscar alternativas y a probarlas. En 2020, apostó todo al rojo característico de la luz de algunos de estos aparatos para el cuidado de la piel y puso en marcha Skinvity, una compañía que factura más de tres millones de euros.
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