Cambio de reglas: la Data Act entra en juego para democratizar el mercado de los datos

Europa abre la puerta para la circulación de datos y marca el ritmo de la nueva competitividad empresarial. Este viernes arranca la aplicación de la Data Act, el reglamento de la Unión Europea que promete democratizar el acceso a la información generada por dispositivos conectados y servicios en la nube. Se trata de una pieza más del engranaje regulatorio que construye la estrategia comunitaria de datos en abierto para dinamizar la economía digital. Toda una revolución que entró en vigor en enero de 2024 y que, sin embargo, está pasando de puntillas.
Claves legales
Pilares. La Data Act forma parte de la estrategia de datos europea junto a normas como la Open Data Directive (2109) o la Data Governance Act (2022). El reglamento del dato actúa sobre tres pilares fundamentales: el internet de las cosas, la portabilidad en la nube y la interoperabilidad en espacios de datos europeos. En el ámbito sanitario, la UE ya cuenta con el Reglamento del Espacio Europeo de Datos de Salud, una ley específica aplicable a partir de 2027. Como explica Raúl Rubio, socio de Pérez-Llorca, “ayudará a desarrollar los estándares técnicos específicos y los requisitos de seguridad adicionales” para que estos datos (por ejemplo, de un monitor cardiaco) se compartan de forma segura entre hospitales de diferentes países de la UE.
Tipología. La Data Act regula, por ejemplo, la circulación de los datos guardados por sensores (en la luna de un coche, por ejemplo) o los recopilados por un asistente virtual conectado entre otros ejemplos.
Datos personales. El acceso a los datos es gratuito, si bien el reglamento contempla una “compensación razonable” por la puesta a disposición de estos que incluye costes técnicos.
Costes. El acceso a los datos es gratuito, si bien el reglamento contempla una “compensación razonable” por la puesta a disposición de estos que incluye costes técnicos.
Secretos empresariales. La Data Act establece la obligación de acordar salvaguardas (como acuerdos de confidencialidad o protocolos de acceso restringido) antes de compartir los datos, pero “no permite negar sin más el acceso a los datos sobre la base de que constituyen un secreto empresarial”, explica Raúl Rubio, de Pérez-Llorca.
Pymes. La Data Act no se aplica a las pymes (empresas de menos de 250 personas y con un volumen de negocio que no exceda de 50 millones de euros) y start-ups. Tampoco a las medianas empresas que hayan adquirido este estatus durante el último año. La excepción no se aplica, advierte, Begoña González Otero, of counsel de Garrigues, si forman parte de una empresa más grande o han sido subcontratadas.
Guías. La Comisión Europea trabaja con un grupo de expertos (juristas, académicos y profesionales del sector) para publicar modelos de cláusulas contractuales que sirvan de guía a las empresas que se enfrentan a la complejidad de este nuevo marco. La publicación estaba prevista para el 12 de septiembre.
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