Tesla, Google y China dejan atrás a Europa en la accidentada carrera por el coche autónomo

WeRide, Pony AI, Apollo Go, Xpeng, May Mobility, Zoox, Lucid, Waymo o Moia. Todos estos nombres que hoy le suenan entre poco y nada al gran público, son empresas que pueden ser protagonistas en el automóvil del mañana con el desarrollo de la movilidad autónoma, el nuevo santo grial del motor que promete milmillonarias ganancias a quien sea capaz de dominar esta tecnología e imponerse a sus competidores en los próximos años. Si bien parece complicado que sea una realidad generalizada en el corto plazo, tanto China como EE UU están incentivando la puesta en marcha de pruebas de una tecnología que ya ha dejado heridos por el camino, como General Motors que el año pasado anunció que abandonaba el negocio de los robotaxis por el elevado coste que suponía.
El coche autónomo en España
El máximo nivel de autonomía en el que el coche ya no necesita de un conductor es el conocido como SAE 5. En el caso de España, Arancha García, directora del área industrial y medioambiente de Anfac, la patronal española de automovilísticas, recuerda que hoy día “el máximo nivel de automatización en el país es el 2″, una semiautonomía en la que el vehículo puede controlar simultáneamente la dirección y la aceleración, pero lejos de la autonomía total. Sin embargo, destaca que “se está trabajando en un Real Decreto de vehículo autónomo que podría permitir que los vehículos autónomos de hasta nivel 5 circulen en España”. Además, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado recientemente un avanzado programa de testeo para una conducción autónoma de nivel 4 en lugares como el Campus Universitario CUVi de Vigo, Casa de Campo en Madrid, Leganés o Barcelona. En estas dos últimas las pruebas ya han comenzado con más de 400 kilómetros recorridos.
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