El plan de sucesión en el BBVA y el factor Oliu para buscar otro socio al Sabadell

Remachado el último clavo en el ataúd de la compra del Sabadell por parte del BBVA, toca a ambas entidades volver a una nueva normalidad. Para el banco vasco, en lo más inmediato, la resaca ha traído bajo el brazo un potente empujón bursátil, lógico tras el final de la incertidumbre y despejado el fantasma de una milmillonaria ampliación de capital. La entidad subió ayer un 3,84% adicional, después de ya dispararse el pasado viernes un 6%. Sin embargo, superados los fuegos de artificio y el corto plazo, hay preguntas que pesan sobre el futuro de la institución. Las hay recurrentes, como el exceso de dependencia de México, la inseguridad jurídica de su apuesta turca con Garanti o la eventual necesidad de reforzar su negocio nacional. Se trata de cuestiones estructurales en un banco que, por otra parte, está muy bien gestionado en su operativa diaria, como demuestran los números. Hay otros interrogantes de nuevo cuño, sin embargo, que solo aflorarán en el medio plazo.
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