La mayoría de las víctimas en el accidente del funicular de Lisboa eran extranjeros

Tras llevar a cabo las pertinentes tareas de identificación forense, la Policía portuguesa ha informado de que 11 de las 16 personas fallecidas al descarrilar el popular funicular de Glória, en Lisboa, eran extranjeras. Entre los muertos figuran cinco ciudadanos portugueses, tres británicos, dos canadienses, dos surcoreanos, un estadounidense, un francés, un suizo y un ucraniano, según informaron las autoridades en un comunicado.
Otras 21 personas resultaron heridas. La Policía también reveló que un ciudadano alemán que se creía que había muerto en el incidente había sido encontrado posteriormente en un hospital de Lisboa. La Policía no dio explicaciones sobre el error.
El turístico funicular de Glória, de color amarillo y blanco y clasificado como monumento nacional, estaba abarrotado de lisboetas y turistas internacionales el miércoles por la noche cuando descarriló. Múltiples agencias están investigando lo que el primer ministro Luís Montenegro ha descrito como "una de las mayores tragedias de nuestro pasado reciente".
La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios del Gobierno dijo que había concluido el análisis de los restos y que emitiría un informe técnico preliminar el viernes. El investigador jefe de la Policía, Nelson Oliveira, aseguró que se espera un informe preliminar, que tiene un alcance más amplio, en un plazo de 45 días. Los restos del funicular fueron retirados del lugar durante la noche y puestos bajo custodia policial.
Realizaron inspecciones diarias
El funicular accidentado estaba sujeto por cables de acero y podía transportar a más de 40 personas. Las autoridades se han negado a comentar si un freno defectuoso o un cable roto pudieron provocar que el funicular que descendía se estrellara contra un edificio en la empinada calle del centro.
"La ciudad necesita respuestas", dijo el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, pero afirmó que hablar de posibles causas eran "meras especulaciones". Además de las investigaciones de la Policía y las autoridades, la empresa que opera los tranvías y autobuses de Lisboa, Carris, dijo que ha abierto su propia investigación.
El funicular, en servicio desde 1914, se sometió a un programa de mantenimiento completo el año pasado y la empresa realizaba una inspección visual de 30 minutos todos los días, informó el jueves el director general de Carris, Pedro de Brito Bogas.
El vehículo fue inspeccionado por última vez nueve horas antes del descarrilamiento, dijo de Brito Bogas durante una rueda de prensa, pero no detalló en qué consistía la inspección visual, ni especificó si se habían comprobado todos los cables. El Ayuntamiento de Lisboa detuvo las operaciones de otros tres funiculares mientras se llevaban a cabo inspecciones inmediatas.
Tragedia más allá de las fronteras de Portugal
Una mujer con doble nacionalidad franco-canadiense figura entre los fallecidos, según informó el viernes el Ministerio francés de Asuntos Exteriores.
El sindicato de transportistas SITRA indicó que el guardafrenos del funicular, André Marques, también se encontraba entre los fallecidos. Una organización caritativa portuguesa, la Santa Casa da Misericórdia, cuya sede principal se encuentra en Lisboa, en la cima de la colina por la que circulaba el funicular, declaró que cuatro de sus empleados habían muerto.
Españoles, israelíes, portugueses, brasileños, italianos y franceses resultaron heridos, según informó el director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud de Portugal, Álvaro Santos.
El primer ministro Montenegro, en un discurso televisado desde su residencia oficial, mientras el país observaba el jueves un día de luto nacional, afirmó que "esta tragedia va más allá de nuestras fronteras".
Cientos de personas, entre ellas el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, asistieron el jueves por la tarde a una misa en la Iglesia de Santo Domingo de Lisboa.
Turistas conmocionados por el accidente
Felicity Ferriter, una turista británica de 70 años que estaba de vacaciones con su pareja, dijo que estaba deshaciendo la maleta en un hotel cercano cuando oyó "un choque espantoso".
La pareja había visto el funicular al llegar y tenía intención de montar en él al día siguiente. "Iba a ser uno de los momentos culminantes de nuestras vacaciones", dijo ella, añadiendo: "Podríamos haber sido nosotros".
Francesca di Bello, una turista italiana de 23 años que se encontraba en Lisboa de vacaciones familiares, había viajado en el funicular de Glória pocas horas antes del descarrilamiento.
Pasearon por el lugar del accidente el jueves, mostrando su conmoción ante los restos. Preguntada por si volvería a montar en un funicular en Portugal o en cualquier otro lugar, Di Bello fue tajante: "Definitivamente, no".
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