Alemania investiga un caso de espionaje con drones rusos de la 'flota fantasma' en el Báltico

Desde principios de año, se han detectado en Alemania varios centenares de drones espía en torno a importantes infraestructuras del país. Los estados federales de la costa del Báltico se han visto especialmente afectados.
Los objetivos son instalaciones militares, pero también infraestructuras críticas como terminales de gas natural. El pasado fin de semana, la Policía de Schleswig-Holstein y Baja Sajonia detuvieron y registraron el carguero Scanlark, en la esclusa de Kiel-Holtenau, bajo sospecha de espionaje y sabotaje.
Según los responsables de Interior de Schleswig-Holstein y Baja Sajonia, se sospecha que el buque ha actuado como "base para vuelos de drones sobre infraestructuras críticas en el norte de Alemania". El diario 'Kieler Nachrichten' afirma que un avión no tripulado habría sobrevolado un buque de guerra y habría tomado fotografías.
Las dos políticas subrayaron la importancia de la acción transfronteriza frente a las amenazas híbridas contra su infraestructura marítima estratégica. Al parecer el buque, de unos 75 metros de eslora, navegaba hacia el barco Vista Shipping Agency, con bandera de Estonia, y estaba registrado en el estado caribeño de San Vicente y las Granadinas desde 2006. Antes de Kiel, el buque estuvo en Rotterdam. El destino posterior hubiera sido Finlandia.
El espionaje por parte de la 'flota fantasma'
Rusia utiliza sobre todo petroleros y buques de transporte antiguos para eludir las sanciones de la UE y Estados Unidos contra su industria energética y exportadora. Una investigación realizada el mes pasado por 'Follow the Money', 'Süddeutsche Zeitung', 'NDR', 'VRT', 'De Tijd' y 'Pointer' reveló que Moscú también podría estar lanzando drones desde estos buques para llevar a cabo misiones de reconocimiento en Alemania.
Según Hans-Jakob Schindler, jefe del Proyecto contra el Extremismo, esto es "totalmente posible", ya que numerosos barcos de la 'flota fantasma' navegan regularmente por el mar Báltico.
Si este es el caso, dice Schindler, habría que replantearse la vigilancia de los buques y la capacidad de las autoridades. Pero la vigilancia completa de cada navío por parte de las autoridades alemanas no es posible y "posiblemente no sea el mejor uso de los recursos", añade el experto en seguridad a 'Euronews'.
Sobrecarga burocrática en la lucha contra los drones
Antes de que sea posible intervenir contra los drones espías rusos, hay que aclarar la cuestión de la jurisdicción. Dependiendo de la escena del crimen, la Policía o las Fuerzas Armadas alemanas son responsables, pero solamente en territorio alemán.
Sin embargo, si los drones despegan en aguas internacionales no hay forma de actuar contra ellos. La intervención solo está permitida cuando entran en el espacio aéreo alemán, pero "aquí también se plantea la cuestión de si se ha aclarado suficientemente la cuestión de la jurisdicción y si existe la base jurídica correspondiente", dice Schindler.
Según este experto, que las estaciones de radar puedan detectar eficazmente los drones depende probablemente de su tamaño. "Los retos que plantean estos vuelos de drones son muy diversos", explica, y añade que "normalmente está prohibido sobrevolar instalaciones militares, por lo que los pilotos de drones que las sobrevuelan están cometiendo, sin duda, un delito".
Sin embargo, según el experto en terrorismo, no siempre ocurre lo mismo con infraestructuras críticas o transportes militares en movimiento, "por lo que es esencial aclarar cómo de alta es la probabilidad de que se trate realmente de un caso de reconocimiento y no de un dron privado".
Un vacío legal frena la defensa alemana
El Ministerio del Interior explica en un comunicado que las autoridades federales y estatales responsables están "en constante diálogo entre sí, incluso con los operadores de infraestructuras y otras partes interesadas". En consecuencia, existen canales de información y comunicación establecidos, pero "la cooperación también se adapta según las necesidades y teniendo en cuenta la cambiante situación de las amenazas".
En la pasada legislatura, la conocida como coalición del semáforo tenía previsto modificar la Ley de Seguridad Aérea para permitir a las Fuerzas Armadas alemanas derribar drones peligrosos que vuelen ilegalmente, en caso de que la Policía sea incapaz de hacerlo y solicite ayuda. Sin embargo, la enmienda nunca llegó a aprobarse. Konstantin von Notz, miembro del Partido Verde y presidente de la Comisión de Control Parlamentario, criticó a la CDU/CSU por no apoyar la propuesta del Gobierno anterior por "razones partidistas".
Un portavoz del Ministerio del Interior confirma que el proyecto de ley está sujeto a cambios legislativos por parte del resto de grupos políticos. "Cualquier enmienda debe volver a introducirse en el trámite parlamentario". Según el portavoz, el nuevo Gobierno federal de Friedrich Merz aún no ha ultimado su opinión sobre la Ley de Seguridad Aérea.
¿Espionaje o provocación del Kremlin?
Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, no solo han aumentado los incidentes de espionaje en Europa, sino también los vuelos de drones rusos sospechosos de entrar en el espacio aéreo polaco desde Ucrania.
Sin ir más lejos, el pasado fin de semana un dron ruso se estrelló en una zona rural cercana a Lublin tras entrar en el espacio aéreo polaco desde Ucrania. Recientemente también se descubrieron restos de drones con etiquetado en cirílico en la frontera con Bielorrusia. Aunque la investigación sigue en curso, las autoridades polacas confirmaron que ambos objetos estaban desarmados.
El Gobierno de Varsovia advierte de que también podría tratarse de provocaciones deliberadas. Los incidentes demuestran que la amenaza que suponen los drones no se limita a Alemania, sino que afecta a toda la zona oriental de la OTAN.
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