EE.UU. captura a 2 supervivientes tras su último ataque contra un submarino de Venezuela

Fuentes del Gobierno de Estados Unidos, citadas por el diario 'The New York TImes', han informado de la detención de dos supervivientes tras su último ataque en el Caribe contra una embarcación semisumergible sospechosa de transportar drogas y vinculada, según Washington, al Gobierno de Nicolás Maduro.
Se trata de la primera vez, desde el inicio de la campaña militar impulsada por la Administración Trump, que las fuerzas estadounidenses capturan a los presuntos narcotraficantes, en lugar de acabar con todos la tripulación. El propio Trump fue quien desveló, en conversación con periodistas, que en esta ocasión la embarcación era "un submarino construido específicamente para el transporte de grandes cantidades de drogas".
El episodio se produjo durante un operativo con buques de guerra y aeronaves desplegadas cerca de Puerto Rico, en el marco de una ofensiva que Washington justifica como parte de una “guerra” contra los carteles del narcotráfico venezolanos. Hasta ahora, al menos seis medios navales han sido destruidos desde septiembre, con un balance de 29 muertos. Esta vez, sin embargo, las imágenes de vigilancia mostraron supervivientes en el agua, lo que obligó a un equipo de rescate de la Armada a intervenir.
Los dos detenidos permanecen a bordo de un buque estadounidense en aguas internacionales y su situación ha abierto un complejo dilema institucional y jurídico. La Casa Blanca no ha aclarado si serán entregados a autoridades civiles, liberados o retenidos como "combatientes enemigos" bajo jurisdicción militar.
Expertos en derecho internacional advierten de que, si fueran trasladados a la base de Guantánamo, los tribunales federales podrían exigir revisar la legalidad de toda la operación, incluidos los ataques previos: una eventualidad que la Administración Trump habría tratado de evitar hasta la fecha.
Por ahora, la Casa Blanca evita pronunciarse sobre el destino de los dos supervivientes. Cualquier decisión -entregarlos a un tribunal, trasladarlos a Guantánamo o mantenerlos bajo custodia indefinida- podría marcar un precedente internacional. Si un juez determina que no existe un conflicto armado legal entre Estados Unidos y los carteles, toda la campaña militar en el Caribe quedaría en entredicho.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos alertan de que el Pentágono no dispone de infraestructura para una detención prolongada en alta mar. Cada hora que los dos prisioneros permanezcan en un buque de guerra aumenta la presión para que Washington defina, por primera vez desde el inicio de esta operación secreta, si está actuando como fuerza militar en tiempos de guerra o como autoridad policial.
El senador demócrata Tim Kaine, uno de los más críticos con estas operaciones, ha advertido de que el Ejecutivo está actuando sin autorización del Congreso y sin divulgar ningún tipo de prueba que demuestren los supuestos vínculos de las embarcaciones con el narcotráfico.
"Estamos ante una escalada que puede desencadenar responsabilidades legales de largo alcance", señaló el legislador, que ha liderado una resolución bipartidista con la que buscan impedir que la Administración Trump siga llevando acciones militares contra Venezuela sin autorización del Congreso.
"No quiere meterse con EE.UU.": Las concesiones de Maduro
En paralelo a la crisis abierta por los detenidos, Donald Trump afirmó este viernes que Nicolás Maduro le ha ofrecido "de todo" para evitar un enfrentamiento directo con Washington. "¿Sabes por qué? Porque no quiere meterse con Estados Unidos", aseguró el viernes el presidente, al ser preguntado por la prensa sobre unas supuestas negociaciones con Caracas, poco antes de recibir al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca.
Según filtraciones publicadas por medios estadounidenses, Maduro se habría ofrecido a conceder licencias para proyectos petroleros a compañías de EE.UU., cancelar acuerdos con China, Irán y Rusia, o incluso considerar un Gobierno de transición sin él, una versión desmentida por el chavismo.
Estos movimientos diplomáticos coinciden con el inédito despliegue militar de EE.UU. en el mar Caribe, donde operan actualmente ocho buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear. Washington sostiene que la maniobra forma parte de una ofensiva contra el tráfico de drogas, aunque Caracas denuncia una estrategia de "cambio de régimen".
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