Moldavia en una encrucijada: tensiones con Transnistria ante el referéndum de adhesión a la UE
Estamos en Ungheni, cerca de la frontera rumana, en el emplazamiento de una fábrica industrial de alfombras. Los gigantescos edificios se conservan de la época soviética, cuando unos 2.000 trabajadores producían alfombras para el bloque del Este. La desintegración económica de la Unión Soviética trajo consigo cambios dolorosos. La agitación política de Moldavia, la crisis financiera, la pandemia, la subida vertiginosa de los precios de la energía y la agresión rusa a la vecina Ucrania añadieron más problemas. Hoy, la plantilla de la fábrica de alfombras se reduce a 150 trabajadores.
¿Cómo podría afectar la adhesión a la UE a la economía y la vida cotidiana de la población?
Ghenadie Podgornii, director técnico de Covoare Ungheni, se mantiene optimista: "Entrar en el mercado interior europeo significa deshacerse de toda la burocracia relacionada con la exportación y la importación", afirma.
El 70% de las alfombras se venden a clientes de la UE. Y hay más potencial, cree la directora financiera, Aliona Tiuticov: "Convertirse en miembro de la UE es un valor añadido", dice, "es bueno para nuestra imagen como país y como empresa".
La dirección busca 30 personas más para contratar, pero muchos moldavos trabajan en Europa Occidental. La adhesión a la UE podría aportar estabilidad económica a Moldavia y frenar así el éxodo de personas.
"La adhesión a la UE será una ventaja para nuestra empresa, nos ayudará a mantener a los trabajadores en Moldavia. Para ganar dinero, ya no estarán obligados a irse a trabajar al extranjero", opina Podgornii.
Él mismo pasó por esta experiencia: "Viví en el extranjero, durante 12 años trabajé en Italia. Volví a Moldavia porque quería conseguir algo en mi propio país. Pero sobre todo volví porque aquí me siento como en casa".
¿Qué piensan los trabajadores de la Unión Europea?
Maria es tejedora industrial de alfombras: "Es bueno entrar en la Unión Europea, porque así los sueldos serán más altos". Andrei, un obrero, está de acuerdo: "Venderemos más productos en Europa y, por tanto, ganaremos más dinero y nuestros salarios subirán".
No todos los tejedores de alfombras comparten este optimismo proeuropeo. Otra tejedora, también llamada María, se muestra escéptica sobre la pertenencia a la UE: "Los precios en las tiendas podrían subir aún más", dice. Pero la mayoría de los moldavos están a favor de la adhesión a la UE, según indican las encuestas. Moldavia ya tiene acceso a programas de ayuda financiados por la UE. Así fue como la empresa de alfombras pudo colocar módulos fotovoltaicos en su tejado y reducir así la factura de la luz.
Pasemos a un pueblo del centro, cerca de la capital, Chisinau. Moldavia es un gran exportador de productos agrícolas como ciruelas, manzanas, nueces y vino. Igor Golbian puso en marcha una empresa que produce biofrutas deshidratadas y aceite de girasol. No encontró suficientes trabajadores locales, así que contrató a trabajadores de la India.
Golbian tiene previsto exportar a Rumanía, Bélgica, Alemania y los Países Bajos. ¿Cómo prepararse? "Como exportador, debes estar bien informado sobre los requisitos técnicos en cuanto a normas de envasado, condiciones de almacenamiento, logística, etiquetado, toma de muestras… Ahora mismo, Moldavia está en un momento muy importante. Es nuestra última oportunidad de subirnos al último vagón de este tren que corre hacia la Unión Europea".
El ‘conflicto congelado’ en el este de Moldavia: Transnistria
En el próximo referéndum de octubre, los moldavos tomarán una primera decisión sobre la adhesión a la UE. Pero los 27 Estados miembros de la UE también tienen una palabra decisiva que decir. Y esto podría llevar algún tiempo.
La República de Moldavia es un país dividido. En el este, gobiernan los separatistas prorrusos. Los periodistas de Europa occidental necesitan una acreditación especial para pasar los controles. Unos 2.000 soldados rusos siguen presentes en Transnistria. Hace 34 años, la región rusófona declaró su independencia. Pero el pequeño pseudo-Estado no está reconocido, ni siquiera por Moscú... hasta ahora.
Preguntamos a los habitantes de la capital separatista, Tiraspol: si Moldavia se convierte en miembro de la UE, ¿qué significaría esto para Transnistria?
A Daria, una joven, le gusta la idea: "Es una buena iniciativa y traería ventajas para ambos, para Transnistria y para Moldavia".
Tatiana, una señora mayor, no está de acuerdo: "Estamos esperando a Rusia. Con Rusia nuestro futuro será mejor, hermoso y muy alegre. Porque seremos reconocidos como parte de Rusia. O al menos Rusia nos reconocerá como Estado independiente".
La industria pesada de Transnistria depende del gas ruso gratis. A finales de diciembre esto podría acabar. El acuerdo de tránsito con Ucrania no se prorrogará. ¿No más gas ruso para Transnistria? Podría ser el fin de muchas grandes fábricas. Hay fuentes alternativas y gasoductos... ¿pero quién va a pagar? ¿Los separatistas? ¿El Gobierno moldavo?
Desde principios de año, Moldavia cobra derechos de exportación e importación, IVA y tasas de contaminación ambiental a las empresas de Transnistria, y ha intensificado la lucha contra el blanqueo de dinero. Desde la perspectiva de la UE parecen procedimientos ordinarios que se limitan a seguir normas comunes. Pero es un duro golpe para los oligarcas de Transnistria que manejan los hilos políticos y económicos de la región separatista.
Además, existe la sospecha de que piezas electrónicas 'made in Transnistria' se incorporan a sistemas de armamento rusos. Eso se llama "doble uso". Grandes empresas como Elektromash, Moldavisolit y Bender Potential figuran entre los sospechosos.
El jefe de la federación de la industria de Transnistria, Yuriy Mikhaylovich Cheban, niega las acusaciones, critica los estrictos controles a la exportación introducidos por la República de Moldavia y los califica de "motivados políticamente".
'Euronews' habló con él en su oficina de Tiraspol: "Más de 40.000 personas salieron a la calle a protestar. Debido a todas esas medidas, hemos perdido ya entre 70 y 80 millones de euros, ese dinero falta ahora en nuestro presupuesto".
El llamado "presidente" de Transnistria calificó los impuestos moldavos de "agresión". Y el "ministro" de Economía de Transnistria, Sergei Obolnik, declaró a 'Euronews': "Esos productos se han encarecido entre un 15 y un 20 por ciento debido a esos impuestos, por lo que ahora son más caros que los productos moldavos. Además, todos los instrumentos necesarios para seguir interactuando con Occidente están desapareciendo, debido a esta doble imposición y al cierre de algunas de nuestras cuentas bancarias en Moldavia. Esto nos lleva a una situación en la que el colapso económico está al caer".
De vuelta a la capital oficial de la República de Moldavia, Chisinau, tenemos una cita con el verdadero ministro de Economía y viceprimer ministro, Dumitru Alaiba. Los preparativos para integrar la economía moldava en el mercado interior europeo van por buen camino y a toda velocidad.
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