Trump ordena al Pentágono preparar un centro de detención para inmigrantes en Guantánamo
Donald Trump ha asegurado que va a firmar una orden ejecutiva para ordenar al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional que amplíen un centro de detención de migrantes en la base naval estadounidense de Guantánamo.
La base ya alberga un centro para inmigrantes que acoge a haitianos y cubanos que han sido recogidos en el mar, pero su ampliación daría cabida hasta a 30.000 inmigrantes y señala el papel cada vez más importante del Pentágono en los planes del presidente de Estados Unidos para acabar con la inmigración ilegal.
Esto se produce después de que Donald Trump firmara el miércoles la ley bipartidista Laken Riley, la primera ley de su nueva Administración.
La ley establece que las personas que se encuentren ilegalmente en Estados Unidos y sean acusadas de robo y delitos violentos tendrán que ser detenidas, y potencialmente deportadas, incluso antes de una condena.
Trump, que recuperó la presidencia estadounidense gracias, en parte, al enfado de la opinión pública con la inmigración ilegal, ha hecho de la prometida represión un eje central de su carrera política y ahora sugiere que la nueva ley podría ser solamente el principio. En la ceremonia de firma de la nueva ley, Trump proclamó: "Vamos a enviarlos a Guantánamo".
Trump apunta a la teoría crítica de la raza
El presidente estadounidense Donald Trump también está ordenando a las escuelas estadounidenses que dejen de enseñar lo que él considera la "teoría crítica de la raza" y otras materias que abordan la raza y la sexualidad, ya que en caso contrario se arriesgan a perder los fondos federales que reciben.
Un plan separado anunciado el miércoles llama a una acción agresiva para combatir el antisemitismo en los campus universitarios, prometiendo procesar a los infractores y revocar los visados de los estudiantes internacionales que se identifiquen como "simpatizantes de Hamás".
Ambos planes fueron esbozados en órdenes ejecutivas que se disponía a firmar Trump como algunas de las primeras medidas de su nuevo mandato presidencial. Con ellas, busca cumplir algunas de las principales promesas de la campaña del líder republicano en torno a la educación, aunque no está claro cuánto poder tiene para promulgar las propuestas.
Su orden sobre las escuelas K-12 declara que el dinero federal no puede ser utilizado en el "adoctrinamiento" de los niños, incluyendo "la ideología de género radical y la teoría crítica de la raza". Así, señala que las leyes de derechos civiles que prohíben la discriminación basada en el sexo y la raza se utilizarían para hacer cumplir la orden, llamando a la teoría crítica de la raza una "política inherentemente racista".
Donald Trump también ha ordenado al secretario de Educación que elabore una estrategia en 90 días para "acabar con el adoctrinamiento en la educación K-12". Así, ha nombrado a la multimillonaria magnate de la lucha libre profesional, Lina McMahon, como su jefa de Educación, pero la audiencia para confirmarla en su cargo, en el Senado, no ha sido programada.
Durante su campaña, Trump indicó que firmaría una orden "el primer día" para recortar el dinero federal a las escuelas que impulsen la teoría crítica de la raza u otros contenidos "inapropiados".
El Gobierno federal proporciona miles de millones de dólares a las escuelas cada año, aunque la gran mayoría de su dinero proviene de fuentes estatales y locales.
La Casa Blanca rescinde el memorando que congelaba las subvenciones federales
La medida se produce después de que la Administración Trump en la Casa Blanca haya rescindido un memorando anterior que congelaba el gasto en subvenciones y préstamos federales tras la confusión generalizada y los desafíos legales.
El memorando, que se publicó el lunes por la noche, provocó inquietud en todo el país. La Casa Blanca se esforzó por explicar qué estaría y qué no estaría sujeto a una pausa en la financiación.
Así, estaba previsto que la congelación entrara en vigor a las 17.00 horas del martes, pero un juez federal la bloqueó al menos hasta el lunes siguiente, tras una audiencia de urgencia solicitada por grupos sin ánimo de lucro que reciben subvenciones federales. También está pendiente otra demanda de fiscales generales estatales demócratas.
Funcionarios de la Administración Trump señalaron que el aviso para detener los préstamos y subvenciones era necesario para llevar a cabo una revisión para garantizar que el gasto cumpla con la reciente revisión de las órdenes ejecutivas del nuevo presidente estadounidense.
Se había ordenado a las agencias que respondieran a una serie de preguntas sobre cada programa federal, con la única respuesta del sí o el no, antes del 7 de febrero, con cuestiones que incluían, por ejemplo: ¿Este programa promueve la ideología de género? ¿Este programa promueve o apoya de alguna manera el aborto?
Entretanto, el memorando, vagamente redactado, combinado con respuestas incompletas de la Casa Blanca a lo largo del día, dejó a los legisladores, funcionarios públicos y numerosos ciudadanos estadounidenses tratando de averiguar qué programas se verían afectados por la detención momentánea de la medida. Así, incluso las interrupciones temporales de la financiación podrían provocar despidos o retrasos en los servicios públicos.
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