El presidente de Colombia quiere sustituir la coca por otros cultivos mediante compensaciones

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, presentó el lunes un plan para reducir los cultivos de coca en una región nororiental desestabilizada por los ataques rebeldes, mediante compensaciones a los campesinos en su transición a cultivos lícitos. Durante una reunión del Gabinete, Petro declaró que su Administración pretende eliminar 25.000 hectáreas de coca en la región del Catatumbo en un plazo de 140 días, como parte de una iniciativa más amplia para mitigar la violencia y debilitar a los grupos rebeldes que se benefician del tráfico de cocaína.
La región, que alberga unas 55.000 hectáreas de plantaciones de coca, es una de las principales zonas productoras de cocaína de Colombia. Petro afirmó que los campesinos del Catatumbo erradicarían voluntariamente sus cultivos de coca y recibirían apoyo financiero del Gobierno durante toda la transición hacia productos agrícolas legales.
También señaló que las Fuerzas Armadas colombianas persistirán en las operaciones contra las facciones rebeldes en la zona, mientras que el Gobierno planea mejorar la infraestructura vial para facilitar el acceso al mercado de los cultivos legales. "La paz en Colombia depende de la decisión voluntaria de los campesinos cultivadores de coca de erradicar sus cultivos", declaró Petro durante la reunión.
En enero, más de 36.000 personas fueron desplazadas de sus hogares en el Catatumbo, una región montañosa de unos 400.000 habitantes que limita con Venezuela. Los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) orquestaron asaltos coordinados contra civiles a los que acusaban de colaborar con una facción rival conocida como las FARC-EMC.
El cultivo de arbusto de coca aumentó un 10% en 2023
Alrededor de 80 personas perdieron la vida en los ataques, lo que llevó al Ejecutivo colombiano a suspender las negociaciones de paz con el ELN e imponer un decreto de emergencia de 90 días, que le otorga autoridad temporal para restringir ciertas libertades civiles en la región sin necesidad de aprobación del Congreso.
Petro ha acusado a los rebeldes de intentar hacerse con el control de la zona para poder dominar sus corredores de producción de coca y narcotráfico. Según la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, la producción de cocaína en Colombia ha ido en aumento desde 2013.
Un informe publicado en octubre indicaba que el cultivo de arbusto de coca aumentó un 10% en 2023, mientras que la producción potencial de cocaína se disparó un 53% en comparación con el año anterior. Un acuerdo de paz de 2016 entre el Gobierno colombiano y las FARC, el mayor grupo rebelde del país, pretendía restringir el cultivo de coca en las comunidades rurales.
Sin embargo, en algunas zonas remotas, grupos armados más pequeños han pasado a ocupar el vacío de poder dejado por las FARC, alimentando activamente el rentable comercio de cocaína.
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