Trump sigue lidiando con la sombra de Angela Merkel

Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó el martes una advertencia sobre el acuerdo comercial que acordó con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado 27 de julio en Escocia, fue otra alemana -la excanciller Angela Merkel- la que pareció estar en su mente.
A pesar de llevar casi cuatro años fuera del poder, la compleja relación de la exdirigente alemana con Donald Trump -marcada tanto por el respeto como por la antipatía- parece seguir ejerciendo influencia sobre el presidente estadounidense.
Cuando le preguntaron por teléfono en el programa Squawk Box del canal 'CNBC', Trump dijo sobre el acuerdo comercial que el compromiso de la UE de invertir 600.000 millones de dólares (550.000 millones de euros) en EE.UU. al final de su segundo mandato tendrá que cumplirse o se aplicarán aranceles generales del 35% al bloque.
Sin embargo, antes de lanzar esa advertencia, el presidente estadounidense expuso en general las ventajas de su política comercial. Al referirse a la UE, Trump pareció recordar una conversación con Merkel sobre el sector automovilístico.
"Eso no está bien, Angela"
"Le dije a... déjenme decir a un primer ministro, un primer ministro muy simpático, hace un par de años, le dije: '¿Cuántos coches estadounidenses se llevan al año? Déjame adivinar, ¿es uno o dos?'". "Me contestó: 'No, no, no, no cogemos ninguno de vuestros coches", dijo.
Añadió: "Le dije: 'Eso no está bien, no es nada bonito Angela'". "Y ahora se llevan todos nuestros coches, todos nuestros camiones, el 100%, además la UE nos va a pagar 600.000 millones de dólares", dijo Trump.
Al dirigirse a la 55ª Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero de 2019, Merkel rechazó las afirmaciones de Trump de que los automóviles alemanes representaban una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Merkel dijo en la conferencia que la planta más grande del gigante automovilístico alemán BMW está en Carolina del Sur, en lugar de su sede en Baviera, en el sur de Alemania.
"Trump considera que hay demasiados coches alemanes en Nueva York"
"Si estos coches, que no son menos peligrosos que los que se fabrican en Baviera, se convierten de repente en una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU., es un golpe para nosotros", declaró.
El año pasado, Merkel declaró en una entrevista al diario italiano 'Corriere della Sera' que "Donald Trump estaba obsesionado por el hecho de que, en su opinión, había demasiados coches alemanes en Nueva York".
"Siempre había dicho que, si llegaba a ser presidente, habría impuesto unos aranceles tan altos que los coches alemanes habrían desaparecido de las calles de Manhattan", declaró Merkel al periódico en una entrevista que concedió antes de la publicación de sus memorias.
Una relación oscilante
En agosto de 2015, antes de su primera elección, Trump elogió a Merkel en una entrevista con la revista 'Time', diciendo: "es fantástica y muy respetada". Pero pronto cambió de opinión.
Para cuando la excanciller visitó la Casa Blanca en 2017, durante el primer mandato de Trump, este intentó avergonzarla negándose a estrecharle la mano ante las cámaras, y luego la interrogó por permitir la entrada en Alemania de alrededor de un millón de refugiados, principalmente de Siria e Irak. Cuando se publicaron sus memorias, 'Freedom', el año pasado, Merkel dijo que interpretó mal a Trump durante ese primer encuentro.
Angela reflexionó sobre la actitud de Trump en sus memorias
"En lugar de soportarlo estoicamente, le susurré que deberíamos volver a darnos la mano", escribió Merkel, añadiendo: "Tan pronto como las palabras salieron de mi boca, sacudí la cabeza contra mí misma. Cómo pude olvidar que Trump sabía exactamente lo que estaba haciendo. Quería dar de qué hablar con su comportamiento, mientras que yo había actuado como si estuviera manteniendo una conversación con alguien completamente normal".
"Parecía que su principal objetivo era hacer que su interlocutor se sintiera culpable (...) Al mismo tiempo tuve la impresión (...) de que también quería gustar a su interlocutor", escribió Merkel sobre el carácter mercurial de Trump.
Merkel registró públicamente su pesar cuando Trump no reconoció su derrota en las elecciones estadounidenses de noviembre de 2020, diciendo: "Una regla básica de la democracia es: Después de las elecciones, hay ganadores y perdedores. Ambos tienen que desempeñar su papel con decencia y sentido de la responsabilidad, para que la propia democracia siga siendo la ganadora".
Una actitud muy diferente ante Merz
Cuando el canciller alemán Friedrich Merz visitó la Casa Blanca a principios de año, se preparó mucho para garantizar que la reunión con Donald Trump no se convirtiera en un fiasco en directo similar al anterior enfrentamiento en el Despacho Oval del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Al final, Merz no tuvo de qué preocuparse.
Las únicas críticas de Trump se las reservó a Angela Merkel, a la que fustigó por construir el gasoducto Nord Stream 2 y, una vez más, por abrir su país a los refugiados, diciéndole a su sucesor: "Le dije que no debería haber ocurrido".
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