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¿Serán inhabitables las ciudades europeas por el fenómeno isla de calor urbano?

• Aug 8, 2025, 11:17 AM
8 min de lecture
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El verano de 2025 ha vuelto a estar marcado por varias olas de calor sucesivas, que se han apoderado de amplias franjas de Europa. Los efectos de este clima extremo son más intensos en las zonas urbanas del continente. Esto se debe al efecto de isla de calor urbano (Urban Heat Island, por sus siglas en inglés, UHI), que eleva considerablemente las temperaturas en comparación con las zonas circundantes (rurales), intensificando las olas de calor.

"Este efecto de isla de calor urbano afecta a ciudades de toda Europa, y esto hace que las temperaturas sean unos dos, tres, a veces incluso cuatro grados más cálidas en las ciudades en comparación con los entornos rurales", explica a 'Euronews', Niels Souverijns, experto en clima en la empresa VITO (Bélgica).

El 40% de la población total de Europa vive en ciudades

Según datos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, en verano las temperaturas de la superficie de las ciudades eran a veces entre 10 y 15ºC más altas que en el medio rural. Estas cifras son especialmente preocupantes dado el gran número de personas afectadas. Casi el 40% de la población total de Europa vive en ciudades.

El fenómeno constituye un importante problema sanitario para las autoridades municipales de toda Europa. Según un estudio de la Escuela Nacional de Salud Pública NOVA, de Portugal, los ingresos hospitalarios aumentaron un 18,9% en los días de ola de calor, poniendo a prueba los sistemas sanitarios.

Los grupos vulnerables, como los ancianos y los niños pequeños, corren especial riesgo. "Los más afectados son los ancianos con problemas de salud subyacentes, como enfermedades respiratorias o cardiovasculares", explica Souverijns. Como el fenómeno se produce sobre todo por la noche, la gente no se refresca adecuadamente al irse a dormir, lo que también tiene efectos negativos para la salud.

Jungla de hormigón

Este efecto de isla de calor urbano es el resultado de varios factores, desde el uso generalizado de materiales hasta la concentración de edificios y el tráfico intenso. "El hecho de que la ciudad sea más cálida que sus alrededores se debe a los materiales utilizados en ella", explica a 'Euronews' el climatólogo Wim Thiery (VUB). Entre ellos, el asfalto y el cemento, que "absorben el calor cuando brilla el sol, lo retienen y lo irradian por la noche".

Como resultado, durante el día, la temperatura máxima en las ciudades es más cálida, pero por la noche, la temperatura también se enfría menos. Los edificios altos y las calles estrechas también contribuyen a este fenómeno, ya que calientan el aire que queda atrapado entre ellos, bloqueando el flujo natural del viento que, de otro modo, ayudaría a enfriar el aire.

El efecto isla de calor urbano es también un problema socioeconómico

En muchas ciudades, esto es especialmente cierto en las zonas urbanas más pobres, caracterizadas por una urbanización densa y a veces no regulada. Este factor, unido a las malas condiciones de las viviendas, la falta de aislamiento y el acceso reducido a opciones de refrigeración como los espacios verdes, convierte el efecto isla de calor urbano en un problema socioeconómico.

"En los barrios más ricos situados a las afueras de los centros urbanos suele haber más zonas verdes", explica Thiery. Este es el caso de Bruselas, por ejemplo, donde la brecha de riqueza está fuertemente correlacionada con el acceso a zonas naturales, y los más pobres sufren una aguda escasez de árboles y parques.

Souverijns señaló que la magnitud de la isla de calor urbana está fuertemente correlacionada con el tamaño de las ciudades y la cantidad de hormigón y edificios situados en ellas. "Así que las ciudades más grandes, que tienen más hormigón y más edificios, tienden a verse más afectadas".

Por último, la cantidad de tráfico de una ciudad también influye. La contaminación de los coches, por ejemplo, puede actuar como una especie de capa de gases de efecto invernadero sobre una ciudad, atrapando el aire caliente.

Soluciones ecológicas

El climatólogo Wim Thiery subraya que, en el futuro, se espera que el efecto isla de calor urbano empeore. "Debido al cambio climático, las temperaturas están aumentando más de la media de 2°C en general, y los días de calor son 4°C más cálidos en Europa", explica a 'Euronews'.

No obstante, las ciudades pueden adoptar una serie de medidas para contrarrestar el efecto de isla de calor urbano. Entre ellas, crear corredores de viento para la ventilación, diseñar tejados y fachadas verdes para los edificios, plantar más vegetación y hacer un mejor uso del agua. "En esencia, tenemos que rediseñar las ciudades para eliminar todo el hormigón posible", dijo Souverijns.

La región de Bruselas es especialmente vulnerable a las olas de calor en comparación con otros municipios belgas. La diferencia puede llegar a ser de 10° con respecto a las zonas rurales.

Más puntos de agua y sombra

Uno de sus 19 municipios, la ciudad de Bruselas, proporciona a los residentes información adicional sobre las precauciones o comportamientos que es mejor adoptar en los días calurosos, entre otras cosas mediante mapas interactivos con los que pueden encontrar puntos de agua potable, museos, fuentes, espacios verdes a la sombra y otros lugares donde protegerse del calor.

"Desde un punto de vista más estructural, nos comprometemos por supuesto a adaptarnos físicamente y mejorar nuestro entorno vital plantando árboles, suavizando las superficies, haciendo las plazas y calles más sombreadas y verdes, llevando el agua a la ciudad y creando redes verde-azul", explica a 'Euronews', Frederik Ceulemans, concejal de clima del Ayuntamiento de Bruselas. "Hay otras intervenciones que queremos probar pronto, como estructuras de sombra, temporales o permanentes".

La adaptación por sí sola es insuficiente

Sin embargo, ambos expertos coinciden en que la adaptación por sí sola no es suficiente. "Tenemos que ser realistas: el impacto de la adaptación es limitado. Muy localmente, donde se plantan árboles, el impacto puede ser notable, pero en una calle más allá volverá a hacer más calor. Esa es la realidad de las ciudades: no hay espacio suficiente para zonas verdes en barrios densamente poblados", asegura Thiery.

Y añadió que, si las autoridades quieren atajar este problema, la mitigación debe ser prioritaria. Souverijns se mostró de acuerdo. "El efecto isla de calor urbano también aumentará en el futuro con el cambio climático adicional. Así que también es importante reducir nuestras emisiones lo más rápido posible".

En la ciudad de Bruselas, la atención se centra en la renovación sostenible de los edificios, responsables del 60% de las emisiones de CO2 de la región, así como en planes sostenibles de movilidad y energía. La región aspira a reducir las emisiones de CO2 en un 55% de aquí a 2030 y lograr la neutralidad climática en 2050.

Si las emisiones de CO2 no se reducen a cero, los expertos advierten de que "un tsunami de calor" descenderá sobre las ciudades, que podrían volverse inhabitables. "Ya vemos este tipo de ciudades invivibles, principalmente en India y en países cercanos a la línea ecuatorial. Aquí, la gente lucha por vivir en la ciudad y realizar sus actividades cotidianas", explica Souverijns.