De la ola de calor a la ola de robos de piscinas desmontables en Cataluña

La tranquila zona residencial de l'Horta de Lleida se ha convertido en el escenario de un tipo de delito poco convencional: el robo de piscinas desmontables. El caso más reciente ha dejado a una familia en estado de shock al descubrir que su piscina de cuatro metros de largo, dos de ancho y ochenta centímetros de altura había desaparecido completamente, dejando únicamente un césped empapado por los 9.000 litros de agua que contenía. Un desperdicio de agua que hace un año habría sido terrible con la sequía de la zona.

Los ladrones demostraron una planificación meticulosa, desmontando pieza por pieza la estructura y vaciando todo el contenido sobre el jardín sin dejar rastros visibles. Este nivel de precisión sugiere un conocimiento previo del terreno y una organización que desafía la lógica de los robos convencionales.

Para esta familia, el suceso resulta especialmente doloroso, ya que es la segunda vez que sufren exactamente el mismo tipo de robo, después de que el año pasado les sustrajesen una piscina idéntica.

El mismo fin de semana, los delincuentes intentaron acceder a una vivienda vecina, pero la activación de la alarma antiintrusión frustró sus planes. Este segundo intento ha generado inquietud entre los residentes de la zona, que se preguntan si se enfrentan a una banda organizada especializada en este tipo de hurtos.

El fenómeno se extiende: el caso de Benicarló

El robo de piscinas no es un fenómeno aislado de Lleida. En Benicarló, una vecina denunció la sustracción de su piscina desmontable valorada en 800 euros, que tenía unas dimensiones de 5,5 metros de largo por 2,7 de ancho y 1,2 de profundidad, con capacidad para más de 10.000 litros de agua. La piscina estaba completamente llena y lista para estrenar cuando desapareció de la finca familiar.

La víctima relata que su marido había estado preparando el espacio días antes, regando el césped y llenando la piscina para su uso. La sorpresa llegó precisamente el día que iban a disfrutarla por primera vez, cuando un vecino les preguntó si les habían robado al no ver la estructura en su lugar habitual.

Respuesta institucional ante el aumento de la delincuencia

Las autoridades han reforzado la vigilancia en l'Horta de Lleida mediante un dispositivo conjunto de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra desplegado desde diciembre, tras una serie de asaltos y quema de casas en la zona.

Según datos oficiales, se han realizado 1.639 actuaciones relacionadas con la seguridad, 406 controles y nueve detenciones, lo que ha supuesto una reducción del 48% en delitos contra el patrimonio, con descensos aún más significativos en robos con fuerza (-62%) y en el interior de viviendas (-66%).

A pesar de estas cifras positivas, los robos de piscinas evidencian la adaptación de los delincuentes a nuevas modalidades delictivas, aprovechando la llegada del verano y la demanda de estos elementos recreativos para perpetrar hurtos que, aunque puedan parecer anecdóticos, suponen un importante perjuicio económico y emocional para las familias afectadas.