Euroverify: La verdadera postura del Gobierno sueco sobre su lucha contra la inmigración

En una serie de publicaciones en Internet, los internautas afirman que Suecia "pretende deportar a los inmigrantes que han adquirido la ciudadanía sueca" por no haberse "integrado supuestamente en la sociedad occidental".
Estos mensajes llevan meses circulando por las redes sociales, y uno de ellos, compartido en diciembre, acumula más de 4 millones de visitas. Sin embargo, la afirmación es engañosa y no coincide plenamente con la postura del Gobierno sueco.
¿Cuál es la postura del Gobierno sueco sobre la inmigración?
El Gobierno sueco -formado por una coalición de centro-derecha, apoyada por los Demócratas Suecos (ECR) de extrema derecha- ha hecho de la lucha contra la inmigración uno de sus principales objetivos.
Aunque Suecia ha estado estudiando la posibilidad de modificar su Constitución para permitir a las autoridades retirar la nacionalidad a los ciudadanos con doble nacionalidad, esta medida iría dirigida a las personas que obtuvieran su pasaporte de forma fraudulenta o a quienes cometieran delitos considerados una amenaza para la seguridad nacional. La propuesta se votará en el Parlamento sueco el año que viene.
El Gobierno sueco también ha respaldado un plan para introducir una asignatura obligatoria sobre conocimientos de la sociedad y la cultura suecas en los exámenes de ciudadanía. Según funcionarios suecos, el objetivo del examen sería excluir de la obtención de la ciudadanía a los inmigrantes que no estén integrados en la sociedad occidental.
Suecia también ha estado desarrollando incentivos económicos para la repatriación voluntaria de personas, como declaró el primer ministro sueco a 'Euronews' a principios de este año.
"Si personas que tienen derecho legal a permanecer en Suecia pero básicamente no se integran, básicamente no aprecian el modo de vida sueco y al menos se plantean regresar a su país de origen", dijo el primer ministro Ulf Kristersson en una entrevista en mayo.
Como parte de este plan, Suecia quiere aumentar de 900 a 32.000 euros, a partir del 1 de enero, la cantidad de dinero ofrecida a los inmigrantes como incentivo económico para abandonar el país. Sin embargo, esto no equivale a deportaciones forzosas por no adherirse a los valores occidentales, como han sugerido los usuarios de las redes sociales.
Un cambio de política controvertido
El país nórdico comenzó a renovar su política de asilo en 2015, adoptando una postura mucho más estricta en la tramitación de las solicitudes. Este cambio de política se produjo después de que Suecia acogiera a un número récord de solicitantes de asilo en 2015 -más de 160.000 personas- procedentes de Afganistán, Irak y Siria.
Las políticas del Gobierno han desatado las críticas de las organizaciones de migrantes, que argumentan que aumentan el riesgo de que los migrantes sufran discriminación, de que aumenten las tensiones sociales y de que su integración sea más difícil.
Today