Salvini insulta a Macron y desata una crisis diplomática entre Italia y Francia

Las declaraciones de Matteo Salvini han desatado una nueva tormenta diplomática entre Francia e Italia. El Ministerio de Exteriores francés convocó el jueves al embajador italiano después de que el líder ultraderechista y vicepresidente del Consejo, además de ministro de Transportes e Infraestructuras, instara a Emmanuel Macron a ponerse un chaleco antibalas e ir él mismo a Ucrania, en alusión al apoyo francés a un eventual despliegue de tropas europeas en favor de Kiev.
"Ve si quieres. Ponte el casco, la pistola, el chaleco antibalas y vete a Ucrania", dijo Salvini el miércoles. En tono aún más agresivo, llegó a invitar al presidente francés a "colgarse del tranvía", una expresión equivalente a "vete a la mierda".
El dirigente de La Liga italiana redobló sus críticas el sábado durante un acto de su partido, acusando a Macron de instrumentalizar la guerra de Ucrania para maquillar su caída de popularidad en Francia. "¡Lleva meses insistiendo en la guerra, el paraguas nuclear, los bazucas, los misiles y el ejército europeo! ¿Saben por qué? Porque su popularidad en casa está por los suelos", afirmó Salvini.
Divergencias europeas sobre la seguridad de Ucrania
Más allá de la disputa personal, el choque refleja las divisiones en Europa sobre las garantías de seguridad que se ofrecerían a Kiev en caso de acuerdo de paz. Francia y Reino Unido defienden el despliegue de una fuerza internacional con componentes aéreos, marítimos y terrestres que respalde a Ucrania y disuada a Rusia de reanudar la agresión.
"No se trataría de una fuerza neutral entre las dos partes, sino de un contingente junto a los ucranianos, que mostraría a Moscú que cualquier nuevo ataque no enfrentaría solo a Ucrania, sino a una coalición europea", explicó a 'Euronews' Élie Tenenbaum, director del Centro de Estudios de Seguridad del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI). Esta fuerza, precisó, no sería de interposición en la línea del frente, sino que se desplegaría detrás, en apoyo de las fuerzas ucranianas.
Según Tenenbaum, Macron ha hecho de estas garantías de seguridad un eje central de su visión de la autonomía estratégica europea desde 2023, y rechazó la idea de que su insistencia en Ucrania responda a cálculos de política interna. "No creo que en el Elíseo vean la cuestión ucraniana como una baza electoral. Es un mal juicio", afirmó.
La posición italiana
Italia, en cambio, rechaza enviar tropas sobre el terreno para evitar una escalada y cuestiona la eficacia de una fuerza europea en un escenario posbélico. Roma defiende en su lugar un mecanismo de defensa colectiva inspirado en el artículo 5 de la OTAN: un compromiso de asistencia automática a Ucrania en caso de ataque, sin necesidad de integrarla en la Alianza Atlántica, una de las líneas rojas de Moscú.
"Italia insiste en que no sean sus tropas las que estén presentes en un escenario posterior al alto el fuego", señaló Alberto Alemanno, profesor de Derecho europeo en HEC París. "Lo que propone es un modelo similar al artículo 5 de la OTAN, que proteja a Ucrania sin incorporarla a la organización".
El debate, añade Alemanno, revela también las tensiones en el Gobierno de coalición italiano. La primera ministra Giorgia Meloni respalda a Ucrania y ha apoyado todas las sanciones contra Rusia, mientras que La Liga de Salvini, con sus vínculos históricos con el Kremlin, se opone con frecuencia a la ayuda europea a Kiev.
Meloni, además, debe lidiar con una opinión pública reticente: "Está entre la espada y la pared. Por un lado, debe cumplir con sus socios europeos y la OTAN; por otro, responder a sus votantes, muchos de los cuales no quieren una mayor implicación italiana en este conflicto", explica el profesor.
Pese a la retórica encendida, París y Roma podrían encontrar puntos de convergencia en otros aspectos de la seguridad de Ucrania. Y aunque difieren en el discurso, sus contribuciones financieras a la ayuda para Kiev se mantienen en niveles similares.
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