Más de un millón de firmas piden a la UE garantizar el acceso seguro y asequible al aborto

La cuestión del aborto se abre paso en la agenda de la Comisión Europea, pero no gracias a sus parlamentarios, sino a la sociedad organizada. Una iniciativa ciudadana europea conocida como 'Mi voz, mi elección: por un aborto seguro y accesible' ha presentado este lunes ante el Berlaymont una petición con más de un millón de firmas.
Las signatarias piden a la Unión Europea propuestas para la creación de un mecanismo de financiación que garantice un acceso seguro y asequible a la interrupción voluntaria del embarazo. La coordinadora de esta iniciativa, Nika Kovač, recuerda la situación de muchas mujeres en el Viejo Continente: "En Europa, 20 millones de mujeres no tienen acceso a un aborto seguro y accesible. Esto significa que seguimos muriendo a causa de estas restricciones", explica. "Aunque se prohíba el aborto, las mujeres siempre encontrarán la manera de practicarlo. Y a menudo esto entraña un peligro", añade Kovač.
Las organizadoras destacan también la importancia de esta petición en el contexto político actual. "Cuando ves lo que está pasando en toda Europa, en Malta, en Polonia, en tantos países, y la forma en que la extrema derecha intenta utilizar los derechos humanos fundamentales, suprimirlos, convertirlos en objeto de debate (...) creo que sería vergonzoso no luchar para defenderlos", afirma Anastasia Giamali, una activista que ha venido desde Grecia para apoyar el texto.
Fuertes diferencias entre los países europeos y sus regiones
Esta iniciativa recuerda que en Europa existen grandes disparidades en cuanto a plazos y normas sobre el aborto. 25 Estados miembros de la UE han legalizado la interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, el plazo para abortar varía desde las 10 semanas en Portugal y Croacia hasta las 24 semanas en Países Bajos. La gran mayoría de las capitales fijan el plazo para abortar en 12 o, como en el caso de España, 14 semanas.
Polonia y Malta son los dos Estados miembros con una legislación muy restrictiva. El Gobierno polaco solo permite el aborto en caso de violación o peligro para la vida de la madre. En Malta, la protección de la vida de la madre y la inviabilidad del feto son las condiciones necesarias para abortar. La Comisión tiene hasta marzo para decidir si adopta la petición, aunque matiza que no pretende consagrar el aborto como un derecho comunitario en caso de que se admitiese a trámite.
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