Euroverify: No hay pruebas de interferencias rusas en el GPS del avión de Von der Leyen

Las informaciones según las cuales el avión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue blanco de una supuesta interferencia rusa en el GPS cuando viajaba de Varsovia a la ciudad búlgara de Plovdiv el 31 de agosto han desatado muchas especulaciones.
El escrutinio se ha intensificado después de que fuentes oficiales cambiaran de declaraciones y parecieran retractarse de las primeras afirmaciones de que la perturbación había sido causada por una presunta injerencia rusa.
El 'Financial Times' publicó la noticia el 1 de septiembre, informando de que el avión de Von der Leyen, un avión chárter operado por la aerolínea luxemburguesa LuxAviation, dio vueltas en el aeropuerto de Plovdiv durante una hora, utilizando mapas de papel para aterrizar, tras ser blanco de "presuntas interferencias rusas en el GPS".
Ese mismo día, la Comisión Europea declaró que había recibido información de las autoridades búlgaras que sugería que la supuesta interferencia se debía "a una flagrante interferencia de Rusia".
Ese mismo día, el conocido sitio de seguimiento de vuelos Flightradar24 emitió un comunicado en el que ponía en duda que hubiera interferencias del GPS en la zona de Plovdiv en el momento del aterrizaje del avión.
Los datos facilitados por Flightradar24 revelan también que el vuelo se prolongó nueve minutos más de lo previsto, lo que contradice la afirmación inicial del 'Financial Times' de que el avión había estado dando vueltas en torno al aeropuerto de Plovdiv durante una hora.
Más tarde, las afirmaciones del 'Financial Times' de que se habían utilizado "mapas de papel" para realizar el aterrizaje fueron rebatidas después de que las autoridades búlgaras publicaran un comunicado en el que especificaban que se había utilizado un sistema de radionavegación terrestre conocido como ILS.
Los pilotos confirmaron la interrupción
A medida que se desvelaba la historia, apareció una grabación en la que el piloto del avión informaba de "problemas con el GPS" a los controladores aéreos búlgaros, lo que parecía confirmar algún tipo de interrupción en los sistemas de navegación de la aeronave.
Pero días después, el 4 de septiembre, en una entrevista concedida al canal búlgaro 'bTV', el viceprimer ministro y ministro de Transportes, Grozdan Karadjov, negó que el Gobierno hubiera presentado información alguna sobre el asunto a la Comisión Europea, contradiciendo la afirmación de la Comisión de que las autoridades búlgaras sospechaban que la interrupción era el resultado de la guerra híbrida del Kremlin.
Según el viceprimer ministro, las autoridades de aviación búlgaras sí entregaron a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) un informe de la conversación entre el piloto del avión y la torre de control, pero aunque este intercambio hacía referencia a "problemas menores" con el GPS, no mencionaba la interferencia rusa. "La AESA todavía tiene que retirar los ordenadores de a bordo del avión y ver qué registraron estos ordenadores", añadió Karadjov.
Ese mismo día, el primer ministro búlgaro, Rosen Zhelyazkov, afirmó en un discurso ante el Parlamento que "no había pruebas" de "interferencias o bloqueos prolongados" de la señal GPS en los alrededores del aeropuerto de Plovdiv.
Más tarde, Zhelyazkov pareció retractarse de sus afirmaciones anteriores, afirmando que, aunque no se había detectado ninguna interferencia mediante "instrumentos de tierra", esto no excluía la posibilidad de que los "dispositivos de a bordo" hubieran sufrido interferencias.
Zhelyazkov ordenó posteriormente a las autoridades de aviación que abrieran una investigación sobre lo ocurrido, a pesar de que las autoridades búlgaras declararon inicialmente que no la habría.
Perspectivas contradictorias de los analistas
'Euronews' consultó a varios analistas, algunos de los cuales defienden la posibilidad de un 'spoofing' o incidente de interferencia, mientras que otros afirman con rotundidad que no hay pruebas de interferencia del GPS en los alrededores de Plovdiv el día en cuestión.
Ian Petchenik, director de comunicaciones de Flightradar24, declaró a 'Euronews' que "el transpondedor del avión informó de una buena calidad de la señal GPS desde el despegue hasta el aterrizaje", basándose en su análisis de los valores de la categoría de integridad de la navegación (NIC), que es un indicador de la calidad de los datos de navegación recibidos por el avión. Sin embargo, Petchenik añadió que las interferencias "podrían haber sido internas del avión o de otra fuente".
Pero Mahmoud Elsanhoury, de la Universidad finlandesa de Vaasa, explicó a 'Euronews' que los falsificadores han desarrollado técnicas cada vez más sofisticadas que les permiten hacer creer que se está transmitiendo un buen nivel de señal a un avión, cuando en realidad no es así. "Si el nivel de la señal es bueno y el piloto da vueltas en círculos, es un indicador muy importante de que se trata de un incidente de 'spoofing", explicó Elsanhoury.
Aunque existen muchas dudas en torno a este incidente, Moscú ha intensificado las interferencias de GPS dirigidas a aviones y barcos desde que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, principalmente en la zona que rodea el mar Báltico.
"Somos muy conscientes de que, por desgracia, este incidente no es específico de la presidenta, lo que significa que ocurre de forma muy regular a muchas aeronaves que vuelan, en particular, cerca de nuestra frontera oriental", declaró el jueves una portavoz de la Comisión, que añadió que "es necesaria una acción coordinada de la Unión Europea" para hacer frente a la amenaza.
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