El líder de un partido moldavo pro-UE dice que las próximas elecciones "definirán el futuro"

El partido proeuropeo gobernante en Moldavia se enfrenta a una posible derrota en las elecciones parlamentarias del domingo, mientras las autoridades advierten de que Rusia está gastando cientos de millones de euros en una campaña de injerencia para desbaratar el camino de adhesión del país a la UE.

El líder del gobernante Partido de Acción y Solidaridad (PAS) de Moldavia, Igor Grosu, ha declarado que las próximas elecciones "definirán el futuro del país no sólo para los próximos cuatro años, sino para muchos, muchos años".

El partido de Grosu ha mantenido una fuerte mayoría parlamentaria desde 2021, pero corre el riesgo de perderla en la votación del domingo para elegir una nueva legislatura de 101 escaños, sin otras alternativas proeuropeas viables en la papeleta, pero con varias favorables a Rusia.

Grosu, que también es el presidente del Parlamento, dijo que la votación del domingo ya no es sólo una elección entre Oriente y Occidente, sino una elección entre la paz y la guerra. "La paz es la UE, la guerra es Rusia", afirmó. "Las cosas se han vuelto muy crudas, muy simplificadas".

"Son elecciones existenciales, en una encrucijada", añadió. "No hay camino intermedio, no hay opción intermedia".

Acusaciones de injerencia rusa

El resultado de las elecciones del domingo, en las que hay mucho en juego, podría depender, al menos en parte, de lo efectiva que haya sido la supuesta "guerra híbrida" de Rusia para socavar el apoyo al PAS en favor de las fuerzas políticas que ralentizarían o podrían hacer descarrilar el camino de Moldavia hacia la UE.

"Lo entendemos, nuestros adversarios lo entienden, y por adversarios no me refiero sólo a los internos", dijo Grosu. "Me refiero a la Federación Rusa y a todos los criminales y propagandistas reunidos a su alrededor... Hay mucho en juego".

El partido de Grosu ha hecho campaña con la promesa de continuar el camino de Moldavia hacia la adhesión a la UE mediante la firma de un tratado de adhesión para 2028, la duplicación de los ingresos, la modernización de las infraestructuras y la lucha contra la corrupción.

Los comentarios del líder del PAS se producen un día después de que el primer ministro de Moldavia, Dorin Recean, advirtiera de que Rusia está gastando cientos de millones de euros para "tomar el poder en Chisináu" y afectar al resultado de la votación del domingo, describiéndolo como un "asedio a nuestro país".

Los presuntos planes incluyen una operación de compra de votos a gran escala, más de 1.000 ciberataques a infraestructuras gubernamentales críticas en lo que va de año, un plan para provocar disturbios en torno a las elecciones del domingo y una amplia campaña de desinformación en internet para influir en los votantes.

Moscú ha negado reiteradamente su injerencia en Moldavia. En un comunicado emitido el jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tachó de "antirrusas" y "sin fundamento" las acusaciones de injerencia rusa en las elecciones moldavas. "Vemos que los ataques rusófobos de los funcionarios moldavos no son comprendidos ni apoyados por el pueblo moldavo", declaró la portavoz María Zakharova.

Las autoridades moldavas han intensificado su represión en los últimos meses. Esta semana, 74 personas fueron detenidas en 250 redadas en el marco de una investigación sobre un supuesto plan respaldado por Rusia para incitar a disturbios masivos y desestabilizar el país. Una de ellas fue detenida por la financiación de un partido político supuestamente vinculado a Rusia a través de criptomonedas.

El Reino Unido advierte de la injerencia rusa

El jueves, el Ministerio de Defensa británico también emitió un comunicado en el que afirmaba que "es casi seguro que Rusia está llevando a cabo una amplia campaña de injerencia" en Moldavia de cara a las elecciones.

"En caso de que el partido gobernante obtenga la mayoría de los escaños en las elecciones, es casi seguro que los actores de la información apoyados por Rusia promuevan narrativas que socaven la integridad de las elecciones", rezaba el comunicado.

La votación del domingo se celebrará menos de un año después de que los moldavos votaran por un estrecho margen a favor de asegurar el camino del país hacia la UE, el mismo día en que la presidenta prooccidental Maia Sandu ganó un segundo mandato en una votación presidencial. Pero esas votaciones también se vieron ensombrecidas por las denuncias generalizadas de injerencia rusa y de un plan masivo de compra de votos, que Moscú negó.

Grosu afirma que las autoridades moldavas están mejor preparadas para la votación del domingo para contrarrestar la supuesta campaña de injerencia, pero que es una batalla cuesta arriba. "Desgraciadamente, Rusia dispone de enormes recursos: financieros, humanos, logísticos y de inteligencia", afirmó. "Pero creo en la determinación y el espíritu de movilización de los moldavos, en casa y en la diáspora".

La oposición quiere "normalizar" los lazos con Rusia

Uno de los principales oponentes del PAS en las elecciones del domingo es el Bloque Patriótico Electoral, o BEP, una agrupación de cuatro partidos políticos favorable a Rusia. El bloque ha hecho campaña prometiendo buenas relaciones con la UE y la "normalización" de los lazos con Rusia, "neutralidad permanente" y un "Estado al servicio del pueblo, no de los funcionarios".

El jueves, el Tribunal de Apelación de Chisináu accedió a la petición del Ministerio de Justicia de restringir durante 12 meses las actividades del partido Corazón de Moldavia, que formaba parte del BEP. La decisión del tribunal se produjo tras los registros efectuados a principios de mes a miembros del partido, que dieron lugar a acusaciones de soborno de votantes, financiación ilegal del partido y blanqueo de dinero.

Irina Vlah, líder del Corazón de Moldavia, calificó la medida de "estratagema política descarada" para supuestamente silenciar a su partido. "Llevamos cuatro semanas seguidas sufriendo ataques viles, sucios y cínicos", escribió en Facebook. "Pero si el PAS espera intimidarnos o doblegarnos, está muy equivocado".

No está claro si la decisión puede recurrirse o cómo afectará a las elecciones. La decisión del tribunal se produjo el mismo día en que se prohibió a Vlah la entrada en Polonia, Letonia y Estonia. El Ministerio de Asuntos Exteriores polaco declaró que la prohibición de cinco años se debía a "ayudar a la Federación Rusa a interferir en los preparativos de las elecciones parlamentarias".

También el jueves, Vladímir Plahotniuc, un oligarca moldavo fugitivo implicado en un fraude bancario de 1.000 millones de dólares (847 millones de euros) que huyó de Moldavia en 2019, fue extraditado desde Grecia tras ser detenido allí en julio.

"Aquel que esposó a todo un país a través de la intimidación, los casos fabricados, la toma ilegal de empresas y el enriquecimiento a expensas del pueblo ahora es traído esposado ante el sistema de justicia de Moldavia", dijo el primer ministro Recean en un post en Facebook. "Después de cuatro años, vemos que los criminales ya no controlan Moldavia".