Von der Leyen se enfrenta a dos mociones de censura mientras persisten las críticas hacia su figura

Tres meses después de sobrevivir a su primera moción de censura, Ursula von der Leyen se enfrenta no a uno, sino a dos intentos simultáneos de derrocar a su Comisión Europea. El debate en el Parlamento Europeo tendrá lugar conjuntamente el lunes a las 17:00 horas, mientras que las votaciones se celebrarán por separado el jueves a mediodía.
Aunque las mociones, presentadas por la extrema derecha y la extrema izquierda, están condenadas al fracaso, representan un nuevo desafío a la permanencia de Von der Leyen en el poder y a su estilo de gestión, cada vez más cuestionado desde el inicio de su segundo mandato.
Un hilo común une a las dos mociones: la reacción contra el acuerdo comercial entre la UE y Estados Unidos y las condiciones muy desfavorables que ha impuesto a los exportadores europeos.
El acuerdo, que también incluye compromisos no vinculantes para gastar 750.000 millones de euros en energía producida en Estados Unidos e invertir 600.000 millones de euros en el mercado estadounidense, sigue siendo objeto de intensas críticas desde todos los sectores del espectro político.
En una encuesta reciente, el 52% de los encuestados calificó el acuerdo de "humillación" para Europa. Von der Leyen ha admitido que el acuerdo es "imperfecto", pero insiste en que es lo suficientemente "sólido" como para sortear las turbulencias comerciales desatadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Patriotas por Europa (PfE) y La Izquierda, autores de las respectivas mociones, comparten otro agravio: el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur que Von der Leyen cerró en diciembre del año pasado y cuyos textos legales están ahora pendientes de aprobación. Ambos grupos políticos expresan su preocupación por el impacto potencialmente perjudicial para los agricultores europeos. También arremeten por igual contra la falta de transparencia de Von der Leyen, tema ya destacado en el intento de julio.
En lo demás, difieren. Los Patriotas se quejan de la gestión de la Comisión de la inmigración irregular y de las "equivocadas" políticas ecológicas, mientras que La Izquierda denuncia su "fracaso" a la hora de abordar la crisis climática y social, y la guerra de Israel contra Gaza.
El mes pasado, Von der Leyen propuso suspender parcialmente el Acuerdo de Asociación UE-Israel, una medida defendida desde hace tiempo por los legisladores progresistas. La aprobación depende ahora de los Estados miembros, que aún no han encontrado una mayoría cualificada.
"El plan es derrocar a la Comisión", dijo Thomas Shannon, portavoz de La Izquierda. "El plan no es crear algo en lo que estemos constantemente sacando el tema una y otra vez. Creo que está muy claro que ya ha llegado el momento".
Líneas de fractura
Como ocurrió en julio, se espera que Von der Leyen sobreviva a las mociones de censura gracias al apoyo de los tres partidos centristas: el Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales de Renew Europe.
La coalición proeuropea fue fundamental para la reelección de la jefa de la Comisión en el verano de 2024, pero desde entonces se ha vuelto cada vez más tensa por la cooperación informal del PPE con la extrema derecha y el gran impulso a la simplificación de la normativa. A pesar de sus marcadas diferencias, los centristas coinciden en que el Parlamento no debe trivializar las mociones de censura en un momento de múltiples crisis dentro y fuera del país.
"Renew Europe no jugará a ese juego bimensual", explicó Vincent Stuer, portavoz de esta formación. "Corremos el riesgo de degradar un instrumento que podríamos necesitar en circunstancias mucho más graves. Este Parlamento tiene otras cosas que hacer".
Es probable que los Verdes, que mantienen una relación ambivalente con Von der Leyen, la respalden, aunque algunos de sus miembros podrían votar a favor de la candidatura de La Izquierda. Esto significa que los resultados del jueves se quedarán decisivamente por debajo del umbral necesario: dos tercios de los votos emitidos, lo que representa una mayoría de 719 eurodiputados.
En julio, el recuento arrojó 360 votos en contra de su destitución, 175 a favor y 18 abstenciones. Aun así, la mera existencia de las mociones consecutivas pone de manifiesto la polarización política a la que se enfrenta Von der Leyen en su segundo mandato, además del estancamiento económico, la guerra de Rusia, la administración Trump, la competencia china y la desinformación.
Durante el debate de julio, la presidenta de la Comisión contraatacó a sus críticos , tachándolos de "marionetas rusas". Pero también tendió la mano para recomponer su relación con la Eurocámara y sanar las fracturas de su coalición centrista.
"Reconozco que hay miembros que no han firmado esta moción, pero que tienen preocupaciones legítimas sobre algunas de las cuestiones que plantea", dijo a los eurodiputados. "Es justo. Es parte de nuestra democracia, y siempre estaré dispuesta a debatir cualquier asunto que esta casa quiera, con hechos y con argumentos."
El portavoz de Von der Leyen confirmó que la presidenta participará en el debate plenario del lunes y "tendrá ocasión de escuchar las cuestiones y responder". Estará acompañada por todo el Colegio de Comisarios.
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