La UE apoya el plan de paz para Gaza y financiará su reconstrucción

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó el lunes el pleno apoyo de la UE al plan de paz para Gaza "mediado por Estados Unidos, Qatar, Egipto y Turquía". "Estamos dispuestos a contribuir a su éxito con todas las herramientas a nuestro alcance", escribió en X. "Y aportaremos fondos de la UE para la reconstrucción de Gaza".
Además, Bruselas reanudará el miércoles una misión civil para vigilar el paso fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, en apoyo del acuerdo de alto el fuego, dijo en otro comunicado la responsable de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas. Durante dos años, las divisiones internas han paralizado a la Unión Europea en el conflicto de Gaza.
Las respuestas de la UE se han limitado a una "profunda preocupación" y a evasivas diplomáticas, una situación que llevó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a decir que Europa se había vuelto irrelevante en una entrevista con 'Euronews'.
Pero ahora, una vez conseguida la primera fase del plan de paz del presidente estadounidense, Donald Trump, la liberación de los rehenes y los presos palestinos, la UE espera desempeñar un papel esencial para garantizar la aplicación de todas las fases del plan o, en palabras de Netanyahu, volver a ser relevante.
Porque ahora viene la parte difícil. La segunda fase del plan prevé la creación de un nuevo órgano de Gobierno en Gaza, que excluya a Hamás, el despliegue de una fuerza multinacional y el desarme de Hamás.
Es difícil predecir si esto se desarrollará según lo estipulado en el plan de paz. "Incluso en los escenarios más optimistas, no estaremos ante la paz", escribe Richard Haass, presidente emérito del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York.
"Se puede negar a Hamás un papel formal en la gobernanza palestina, pero seguirá teniendo influencia, posiblemente más que cualquier otro actor". Por lo tanto, es crucial que la población de Gaza vea mejorar rápidamente su situación: hay que proporcionar cuanto antes alimentos, agua, asistencia médica, vivienda y otros elementos esenciales.
Con gran parte de la infraestructura de Gaza destruida, los expertos predicen que el territorio se enfrenta a una recuperación que podría llevar décadas y costar miles de millones de dólares.
En febrero, un informe de la UE, el Banco Mundial y las Naciones Unidas pintó un panorama desolador, con unos costes estimados de 53.000 millones de dólares (45.000 millones de euros) y con unas necesidades a corto plazo en los tres primeros años de unos 20.000 millones de dólares (17.000 millones de euros).
Y aquí es donde Europa puede ayudar. "Ahora es el momento de que el bloque alinee su capacidad para utilizar su influencia", escribe Rym Montaz, del 'think tank' Carnegie Europe.
"Esto maximizaría la capacidad de los europeos para contribuir a dar forma al final de la guerra más mortífera y políticamente desestabilizadora de su vecindario meridional". Europa no es impotente. Debería poner en marcha de inmediato un fondo específico de recuperación y resiliencia", afirma Liel Maghen, Policy Associate del Instituto Mitvin, un 'think tank' israelí.
"Al insertar este fondo en el marco más amplio de reconstrucción y construcción del Estado propuesto por el Gobierno egipcio y la Autoridad Palestina, la UE puede ayudar a canalizar la ayuda hacia un auténtico desarrollo de capacidades desde la base."
En un discurso ante la Asamblea General de la ONU el mes pasado, Ursula von der Leyen anunció planes para crear un grupo especial de donantes que coordine y financie la reconstrucción a gran escala de Gaza.
La idea es aunar los esfuerzos caritativos internacionales en un único instrumento que garantice una gestión transparente de los fondos y un uso eficiente de los recursos para la reconstrucción de la región. Si el dinero europeo puede ayudar a conseguir una paz duradera en Oriente Medio, el bloque se convertirá en un actor importante en la región.
Pero hay otro escenario que también es posible. El plan de Trump estipula que Gaza se regirá bajo la gobernanza transitoria temporal de un comité "tecnocrático y apolítico" formado por "expertos palestinos e internacionales cualificados".
El control y la supervisión recaerán en un órgano transitorio, la "Junta de Paz", que estará presidida por Trump, con otros miembros que se anunciarán. Se dice que el ex primer ministro británico Tony Blair está entre ellos. En el plan no se menciona a ningún dirigente de la UE y no está claro si alguna figura de la UE se incorporaría a la Junta en el futuro.
Además, bajo la dirección de Estados Unidos, se creará una Fuerza Internacional de Estabilización (FIS) temporal que se desplegará inmediatamente en Gaza. Según se informa, Estados Unidos no aportará personal militar, pero se ha mencionado a otros países como parte de la ISF: Egipto, Qatar, Turquía, por nombrar los más importantes.
Una vez más, los países europeos no aparecen en la foto, por ahora. Esto es importante, ya que quien tenga personal sobre el terreno podrá tener más peso político. Es demasiado pronto para saber cuál será la influencia de Europa en el futuro Oriente Medio y si el bloque podrá superar las profundas divisiones que han marcado su diplomacia en la región. Y si el dinero por sí solo marcará la diferencia.
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