Países Bajos se suma a Alemania en la aplicación de controles fronterizos adicionales
El Gobierno de Países Bajos anunció este lunes su intención de introducir más controles en las fronteras terrestres para hacer frente a la inmigración irregular, tras una medida similar adoptada por Alemania en septiembre.
La medida es el último esfuerzo del Gobierno de extrema derecha del país para endurecer los controles migratorios en medio del creciente sentimiento contra los extranjeros en toda Europa.
La ministra neerlandesa de Migración, Marjolein Faber, anunció la medida en un comunicado de prensa tras recibir la aprobación del Consejo de Ministros. "Es hora de abordar la inmigración irregular y el tráfico de inmigrantes de forma concreta. Por eso empezaremos a reintroducir los controles fronterizos en los Países Bajos a partir de principios de diciembre", dijo en un comunicado.
La medida, que entrará en vigor el 9 de diciembre, cumple la legislación de la UE que exige a los Estados miembros notificar a Bruselas cuatro semanas antes de restringir la libertad de circulación.
La ultraderecha condiciona la agenda política en asuntos de migración y asilo
Faber había comunicado anteriomente a Bruselas que Países Bajos también quería verse excluido de las obligaciones de la UE en materia de asilo. Geert Wilders, cuyo partido antiinmigración obtuvo el mayor número de escaños en las elecciones del año pasado, publicó en las redes sociales que su partido PVV "cumple". Wilders lleva más de una década pidiendo el cierre de las fronteras neerlandesas.
Faber, que representa al partido de Wilders en el Gabinete, no especificó cómo se llevarían a cabo los controles fronterizos. La medida no supone financiación adicional para la respuesta de la fuerza política nacional a los controles fronterizos. Las restricciones de seis meses deben hacerse "dentro de la capacidad existente", dice la declaración.
Países Bajos tiene cientos de pasos fronterizos terrestres con las vecinas Alemania y Bélgica. Actualmente, la Policía realiza controles aleatorios. Faber afirma que los controles fronterizos deben realizarse obstaculizando lo menos posible el tráfico.
Alemania empezó recientemente a realizar controles similares en la frontera con Francia, los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Dinamarca, tras varios atentados extremistas de gran repercusión. Alemania y los Países Bajos forman parte del espacio Schengen, la zona sin fronteras interiores que restrinjan la libertad de circulación de personas que incluye a la mayoría de los Estados miembros de la UE, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
Según la UE, los Estados miembros pueden reintroducir temporalmente los controles en las llamadas fronteras interiores de la UE en caso de amenaza grave, por ejemplo para la seguridad interior. Pero también dice que los controles fronterizos deben aplicarse como último recurso en situaciones excepcionales, y deben estar limitados en el tiempo.
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