El ciberacoso a famosos se extiende por Francia
Diez personas se defendieron ante un tribunal de París la semana pasada, acusados de un delito de ciberacoso contra Brigitte Macron, la primera dama de Francia, en uno de los múltiples casos de 'transinvestigaciones' que se repiten por todo el mundo. Estos buscan diezmar a determinadas mujeres vinculadas a la política, como Jacinda Arden o Begoña Gómez, a la vez que atacan al colectivo trans acusándolas de ocultar su género real.
Los enjuiciados, ocho hombres y dos mujeres de entre 41 y 60 años, están acusados de acoso sexista y tránsfobo por una serie de vídeos y publicaciones en los que afirmaron que el género de Brigitte Macron asignado al nacer corresponde al de un hombre. El país tipificó como delito el ciberacoso por primera vez en 2014, con una pena máxima de hasta tres años de prisión y una multa de 45.000 euros.
Si bien algunos Estados de la UE como Italia, Austria o Rumanía contemplan tanto el acoso como el ciberacoso en sus códigos penales, solo unos pocos países (Francia y Eslovaquia, por ejemplo) tienen penas distintas para ello, en lugar de incluirlo como un caso de difamación genérico. 'Euronews Next' analiza otros casos similares de acoso cibernético relevantes en Francia.
Imane Khelif
La medallista de oro olímpica y boxeadora argelina presentó una denuncia por ciberacoso ante una unidad especial de la Fiscalía de París tras los Juegos Olímpicos de París 2024. Durante los Juegos, Khelif fue objeto de falsas denuncias en Internet en las que se afirmaba que era transgénero o un hombre, después de que su oponente, la italiana Angela Carini, se retirara de su primer partido porque sintió mucho dolor tras los primeros puñetazos.
Algunas de las personas citadas en la denuncia de ciberacoso de Khelif incluyen al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a la autora británica y tránsfoba declarada J.K Rowling y al multimillonario Elon Musk. La argelina ha denunciado a la plataforma de redes sociales X, comprada por Musk, y no a personas específicas, dejando que los investigadores franceses determinen quienes son culpables.
El abogado de Khelif, Nabil Boudi, calificó los insultos contra Khelif como una "campaña misógina, racista y sexista" contra la boxeadora. "El injusto acoso sufrido por la deportista seguirá siendo la mayor mancha de estos Juegos", declaró Boudi. En junio, World Boxing declaró que sus boxeadores deberán someterse a pruebas genéticas y sexuales obligatorias, una decisión que Khelif está apelando.
Thomas Jolly y Barbara Butch
Al menos otras dos personas presentaron denuncias por ciberacoso tras la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos parisinos: el director artístico Thomas Jolly y la DJ Barbara Butch. Los medios franceses informaron de que Jolly presentó una denuncia ante la Fiscalía francesa después de haber sido objeto de amenazas e insultos en los que se criticaba su orientación sexual y su "supuesto falso origen israelí".
La controversia sobre las ceremonias de inauguración organizadas por Jolly se debió a una 'performance' titulada Festivity (La celebración) en la que Butch y un elenco de actores travestis interpretaban a Dioniso, la criatura mitológica griega. Algunos críticos conservadores lo compararon con una parodia de la Última Cena cristiana.
La abogada de Butch, Audrey Msellati, publicó en Instagram que Butch fue objeto de una "campaña extremadamente violenta de ciberacoso y difamación", que incluyó amenazas de muerte, tortura y violación. En mayo, el periódico francés 'Le Monde' informó de que un tribunal francés había impuesto multas de entre 2.000 y 3.000 euros y penas de hasta cuatro meses de prisión a siete personas declaradas responsables del ciberacoso de Jolly.
Las 'influencers' Magali Berdah y Ultia
También ha habido varios cargos por ciberacoso presentados por personas influyentes francesas. La 'streamer' de Twitch Carla G, alias Ultia, denunció varios mensajes sexistas que otro usuario de Twitch publicó durante una maratón de videojuegos de 2021.
Durante un juicio celebrado en enero contra cuatro hombres, Ultian declaró ante el juez que los mensajes de acoso "llegaban en grandes cantidades, incluso cuando no decía nada", según 'Le Monde'. "Ya no lo soporto más, quiero que acabe", habría declarado la creadora de contenido, señalando que un psiquiatra le había diagnosticado un trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Tres de los cuatro hombres recibieron penas de entre seis y 10 meses de prisión, aunque se retiraron los cargos contra la cuarta persona. Mientras tanto, Magali Berdah, una representante de personas influyentes francesas, recibió una oleada de mensajes "insultantes y racistas" tras publicar una foto suya en Israel al día siguiente del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Un tribunal de París declaró inicialmente a 28 personas culpables de ciberacoso contra Berdah en 2024 e impuso penas de prisión de hasta 18 meses y multas de hasta 700 euros, en lo que, según los medios franceses, es el caso más importante de este tipo hasta la fecha.