Seat resistió en 2024 el entorno económico pero sufre el impacto de las guerras comerciales: “Hasta ahora no hemos encontrado la solución”

El fabricante de coches Seat logró resistir a duras penas el año pasado frente al vendaval formado por un triple desafío: la mayor competencia de los fabricantes chinos, el lento avance del mercado del coche eléctrico y las guerras comerciales que hay en marcha en el mundo con los aranceles como arma arrojadiza. Mientras que el grupo Volkswagen cerró el año con una caída de beneficios y ha decidido recortar su plantilla y reducir su capacidad de producción, su filial española todavía aguanta. Seat S.A., que agrupa las ventas de las marcas de Seat y Cupra, obtuvo un beneficio operativo de 633 millones de euros, un 1% más que el histórico récord de 2023. Traducido a las normas de contabilidad españolas, esta cifra fue de 535 millones, un 6% más, aunque el beneficio después de impuestos se redujo un 4,7% con respecto al año anterior, hasta los 522 millones, por el menor uso de créditos fiscales. Donde Seat no logró avanzar fue en la rentabilidad, a causa sobre todo del impacto de los aranceles de la Unión Europea a China, donde la compañía fabrica el Cupra Tavascan.
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