Fin al tabú del sistema de cuotas judiciales: el 55% de las juezas cree que mejorará la paridad


Los datos son demoledores y obligan a una reflexión: seis de cada diez juezas y magistradas aseguran que ser mujer influye negativamente en sus opciones de ascenso en el Poder Judicial. El acceso a la magistratura ya no es un problema y el sistema de oposiciones les abre las puertas, pero las trabas se manifiestan en los nombramientos discrecionales, ahí es donde se dan de lleno con el techo de cristal. La falta de criterios claros de selección está en la base del problema, porque el 97% asegura que ni la capacidad ni el desempeño son determinantes y que pesan más las redes personales o pertenecer a una asociación de jueces. La puntilla la da la sobrecarga de trabajo, que menciona el 65%. De ahí que se haya roto el tabú y el 55% vea con buenos ojos un sistema de cuotas que facilite la paridad en el sistema judicial español.
Ascenso con obstáculos
El trato diferente. Tres de cada cuatro juezas denuncian que no siempre reciben el mismo trato que sus compañeros ni tienen las mismas oportunidades de desarrollo profesional. El 55% cree que hay discriminación hacia las mujeres en la carrera judicial, un porcentaje que llega al 72,3% cuando se pregunta si el sistema de selección para cargos discrecionales es discriminatorio. Las críticas y la presión también se dejan sentir: casi el 65% percibe que, una vez logran acceder a esos puestos, las mujeres son más criticadas que los hombres.
El sistema desmotiva. La principal razón por la que no se presentan a los procesos de selección es la configuración del sistema de acceso a esos cargos. Casi siete de cada diez mencionan la sobrecarga de trabajo en el puesto que desempeñan y también la que tendrían que asumir en un cargo discrecional, que tienen que compatibilizar con su familia: el 74,3% de las encuestadas son madres y, de éstas, casi la mitad tiene hijos menores de 12 años. Además, un tercio asume el cuidado de mayores. Con este panorama, solo el 14% tiene margen para realizar actividades útiles de cara a una futura promoción. Algo más de la mitad considera que el enfoque de los órganos de poder y de este tipo de cargos también son una barrera.
La igualdad que no llega. Hacen falta medidas directas relacionadas con una mayor paridad y diversidad en el Poder Judicial para frenar estas dinámicas. “Si los planes de igualdad realmente se cumplen, son muy buenos, pero esto requiere que todos los diagnósticos tengan un plan de acción. Si un médico ve en una radiografía que hay una lesión, puede decidir qué terapia aplica o si hay que operar. Cuando una enorme mayoría de mujeres perciben esta discriminación, significa que hay que adoptar medidas”, señala Concepción Campos.
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