Netanyahu reconoce el genocidio armenio por parte del Imperio Otomano tras sus tensiones con Turquía

Benjamín Netanyahu, quien cuenta con una orden de detención internacional emitida por la Corte Penal Internacional por sus presuntos crímenes de guerra en la Franja de Gaza, ha reconocido en un podcast la existencia del genocidio gestado contra los armenios en torno a la Primera Guerra Mundial, entre otros grupos étnico-religiosos como los asirios y los griegos pónticos.
Israel ha evitado históricamente reconocer la masacre de cristianos producida hace un siglo en territorio otomano. Turquía niega que el antiguo Imperio tratase, durante sus últimos años de existencia, de expulsar y exterminar al pueblo armenio. Muchos países de la región han evitado posicionarse para evitar un enfrentamiento con esta potencia euroasiática.
Israel, que considera históricamente a Ankara como un socio comercial y defensivo clave, no reconoció el genocidio incluso cuando las relaciones entre ambos países alcanzaron su punto más bajo durante la invasón en Gaza. Los recientes acontecimientos en Siria, como los ataques israelíes a Sueida y a varios emplazamientos en Damasco, no ha ayudado a mejorar la diplomacia turcoisraelí: el Gobierno de Erdogán es el principal aliado de la Administración provisional siria.
Aram Hamparian, director ejecutivo del Comité Nacional Armenio de América, critica la declaración de Netanyahu, argumentando que el reconocimiento sería realmente creíble si fuera acompañado del fin de su alianza militar con Azerbaiyán (enfrentada hasta hace semanas con Armenia) y presionase a Turquía para que admitiese la persecución otomana. Hambarian añade que, en ausencia de pasos concretos, esto no es más que "una maniobra destinada a encubrir las propias violaciones de Israel".
Israel y el reconocimiento del genocidio armenio
En 2001, cuando las relaciones con Turquía estaban en su punto álgido, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, negó categóricamente lo que describió como "reivindicaciones armenias", diciendo que era un intento de comparar lo ocurrido con el Holocausto. Un año antes, el entonces ministro de Educación, Yossi Sarid, del partido izquierdista Meretz, había anunciado planes para incluir al genocidio armenio en el plan de estudios de la historia de Israel.
En junio de 2011, el partido de extrema derecha Unión Nacional presentó un proyecto de ley para declarar el 24 de abril un día oficial para conmemorar dicho genocidio. La Knesset -el Parlamento israelí- celebró un debate al respecto, pero la cuestión no se sometió a votación. Incluso el expresidente israelí Reuven Rivlin, conocido por ser un defensor del reconocimiento, se abstuvo de dar ningún paso oficial. En 2018 se canceló una segunda votación en la Knesset por falta de apoyo suficientes.
Las distintas posiciones a nivel global
El 20 de abril de 1965, Uruguay se convirtió en el primer país en reconocer la masacre en Armenia. Hasta la fecha, solo 34 gobiernos de todo el mundo la han reconocido. Estados Unidos no reconoció oficialmente el genocidio hasta después de que el expresidente Joe Biden asumiera el cargo en 2021.
Solo Siria y Líbano, dos países con cientos de miles de ciudadanos de origen armenio, reconocen el genocidio en los estados arábigos. La mayoría de los países de Europa Occidental han reconocido el genocidio, a excepción de España y Reino Unido, y también gran parte de América del Sur junto con Estados Unidos, México, Canadá o Rusia. En cambio, los antiguos estados satélite de la antigua Unión Soviética siguen negándose al reconocimiento.
Aunque Turquía aún no se ha pronunciado sobre las declaraciones de Netanyahu, las autoridades del país tienen una postura clara al respecto, negándose a calificarlo de genocidio y describiéndolo en cambio como "los sucesos" de 1915. Un documento oficial del Ministerio de Exteriores turco afirma lo siguiente: "Los últimos años del Imperio Otomano fueron un periodo trágico para su pueblo. Turcos, armenios y otros sufrieron terriblemente. Este periodo debe entenderse en su totalidad, y la memoria de todas las vidas perdidas debe honrarse debidamente. Este enfoque requiere una base fáctica fiable, una actitud abierta y empatía".
El documento arremete contra la posición de su Estado vecino: "La visión armenia de la historia selecciona el sufrimiento armenio, lo resume de múltiples maneras y lo presenta como genocidio. La aceptación de esta narrativa se ha convertido en un objetivo nacional para Armenia y los grupos extremistas de la diáspora armenia. Turquía no niega el sufrimiento de los armenios, incluida la pérdida de muchas vidas inocentes. Sin embargo, muchos más turcos murieron o fueron asesinados en los años previos y durante la guerra. Turquía se opone a la descripción unilateral de esta tragedia como genocidio".
A mediados de diciembre de 2021, Turquía anunció el nombramiento de Serdar Kılıç, su antiguo embajador en Washington, como representante especial para las negociaciones con Armenia. Las dos partes han celebrado varios encuentros diplomáticos hasta la fecha.
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