La denominación europea de vino sin alcohol suscita preocupación por el etiquetado

¿Debe Europa etiquetar un vino como 'ligero en alcohol' o un Aperol spritz? Una nueva denominación corre el riesgo de fomentar el consumo al restar importancia a la verdadera graduación de estas bebidas, lo que plantea problemas de salud pública y dudas sobre la equidad de las prácticas de etiquetado.
En su último paquete de medidas sobre el vino, la Comisión Europea ha propuesto nuevas normas de etiquetado que introducen denominaciones como sin alcohol, 0,0% y alcohol 'light' para los productos vinícolas sin alcohol o con bajo contenido de alcohol.
La etiqueta alcohol 'light' se aplica a los vinos con una graduación alcohólica superior a 0,5%, pero al menos un 30% inferior a la graduación mínima exigida para esa categoría antes de la desalcoholización, proceso que elimina el alcohol del vino.
Esta definición significa que algunos vinos desalcoholizados podrían etiquetarse como "alcohol light", y no simplemente como "vino ligero", aunque sigan conteniendo más alcohol que la mayoría de las cervezas, sidras y cócteles de bajo contenido alcohólico, como los spritzers y los hard seltzers (una bebida cuya principal composición es agua carbonatada saborizada y alcohol).
Un examen más detallado del Reglamento revela que, para ser clasificados como tales en la UE, los vinos deben tener un contenido mínimo de alcohol de 8,5% por volumen. Esto significa que, según las definiciones propuestas, una versión desalcoholizada de un vino estándar con un contenido de alcohol reducido a 5,95% podría etiquetarse como ligero en alcohol.
Lo mismo ocurre con vinos espumosos como el champán francés, el cava español o el prosecco italiano, que deben tener al menos un 8,5% de alcohol. Sus versiones desalcoholizadas pueden contener hasta un 5,95% de alcohol y seguir teniendo derecho a la etiqueta alcohol light.
Del mismo modo, los vinos de licor, como el vin de liqueur francés y los vinos generosos españoles, deben tener un mínimo de 15% de alcohol según las normas de la UE. En este caso, su versión desalcoholizada con 10,5% de alcohol también podría llevar la denominación alcohol 'light'.
Más fuerte que una cerveza
Este planteamiento de etiquetado podría dar la impresión errónea de que estos vinos son más débiles de lo que realmente son. El vino recibiría un trato preferente con este sistema, ya que las bebidas con un contenido de alcohol similar o inferior, como la mayoría de las cervezas lager (3,5%-5,5% de alcohol por volumen), cervezas de trigo, pilsners y pale ales (4%-6% de alcohol por volumen), no reciben la etiqueta alcohol 'light'.
Las sidras secas y dulces (4%-6% de alcohol en volumen) y los cócteles bajos en alcohol, como los spritzers y los hard seltzers, que contienen menos alcohol que la nueva categoría de vinos, tampoco se considerarán alcohol 'light'. El paquete sobre el vino ha suscitado críticas de organizaciones de consumidores, grupos de la sociedad civil y ONG, que sostienen que la Comisión Europea sólo consultó a los vinicultores al redactar las nuevas normas, excluyendo a otras partes interesadas.
"¿En qué se basaron la Comisión y los vinicultores para decidir que esto era necesario y que los consumidores lo querían?", se preguntó Florence Berteletti, secretaria general de la organización de la sociedad civil Eurocare, que se ocupa de la prevención de daños relacionados con el alcohol.
Berteletti cuestionó la justificación de la nueva normativa, alegando que el ejecutivo de la UE se centró en los intereses económicos más que en las implicaciones para la salud pública. "Además, entra abiertamente en conflicto con otra serie de normas de la UE que establecen que la información alimentaria a los consumidores no debe ser engañosa", afirmó Berteletti.
El reglamento de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor regula las prácticas justas de información y establece explícitamente que el etiquetado no debe sugerir que un alimento específico posee características especiales comunes a alimentos similares.
El poder de la etiqueta 'light'
Richard Thaler, Premio Nobel de Economía por su trabajo sobre la economía del comportamiento, demostró en su trabajo pionero sobre la llamada 'teoría del empujón' cómo se puede influir en los consumidores mediante el etiquetado y la colocación de productos. El término 'light' ya se utiliza ampliamente en la industria alimentaria, del alcohol y del tabaco para influir en el comportamiento de los consumidores.
La investigación indica que el etiquetado 'light', especialmente en relación con la reducción de azúcar induce a los consumidores a creer que un producto es más sano de lo que realmente es.
Algo parecido ocurrió con los cigarrillos: estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) revelaron que términos como 'light' y bajo en alquitrán inducían a los consumidores a pensar que estos cigarrillos eran menos nocivos. Por ello, muchos países han prohibido estos términos en los paquetes de cigarrillos.
En la industria del alcohol, el etiquetado 'light' está especialmente extendido en Estados Unidos, donde marcas como Coors, Budweiser y Miller introdujeron versiones 'light' de sus cervezas en los años setenta, haciéndolas populares entre los consumidores.
Un estudio reciente sobre el etiquetado del alcohol concluyó que, aunque descriptores como bajo o superbajo en alcohol reducían el atractivo del producto, no influían significativamente en la comprensión del consumidor sobre el grado alcohólico.
Sin embargo, la introducción del término alcohol 'light' para los vinos podría tener el efecto contrario, haciendo que los vinos más fuertes parecieran menos potentes y más atractivos, sobre todo para los consumidores preocupados por la salud, los grupos demográficos más jóvenes y los que practican actividades relacionadas con el ejercicio físico.
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