Los consumidores europeos quieren un euro digital fiable, fácil de usar y gratuito

La mayoría de los europeos esperan que el próximo euro digital sea seguro, fácil de usar y gratuito, según una nueva encuesta de la Organización Europea de Consumidores (BEUC). La encuesta reunió respuestas de más de 10.000 consumidores en diez países de la eurozona.

Si se introdujera en Europa un nuevo método de pago digital, como el euro digital, la mayoría de los consumidores (86% de los adultos) dijeron que estarían al menos algo preocupados por no poder recuperar su dinero en caso de fraude o estafas. Además, un 87% afirmó que pagar digitalmente debería ser gratuito para los consumidores.

"Un euro digital será atractivo para los consumidores si es fácil de usar, incluyendo para aquellos que actualmente tienen dificultades con los pagos digitales, si proporciona una fuerte protección contra el fraude, incluyendo buenos derechos de reembolso, y si los servicios básicos como una tarjeta de pago se ofrecen gratuitamente", dijo Agustín Reyna, director general de BEUC.

En teoría, el proyecto suena atractivo. A diferencia de los depósitos bancarios o las criptomonedas, el euro digital no tendría riesgo financiero: sería el equivalente electrónico del efectivo, diseñado para reducir la dependencia de la UE de proveedores estadounidenses como Visa y Mastercard.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del Banco Central Europeo (BCE) para garantizar la privacidad, seguridad y accesibilidad, algunos responsables políticos siguen sin estar convencidos de su diseño y necesidad.

El pasado viernes, los ministros de finanzas de la UE reunidos en Copenhague acordaron los próximos pasos hacia el lanzamiento del euro digital. Bajo el nuevo compromiso, los ministros tendrán voz sobre si se emite la moneda y sobre la cantidad máxima de euros digitales que los residentes pueden tener, una medida de seguridad destinada a aliviar los temores de una corrida bancaria.

"Un elemento importante del compromiso que alcanzamos es que antes de que el BCE tome una decisión final sobre la emisión, habría una oportunidad para una discusión del Consejo de Ministros en relación con cómo avanzará el proyecto", dijo el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, a los periodistas en Copenhague.

La Comisión Europea propuso por primera vez la legislación sobre el euro digital en junio de 2023, pero el plan aún requiere la aprobación tanto del Parlamento Europeo como del Consejo.

Una vez adoptado, el BCE decidirá si avanza, lo que desencadenaría una fase preparatoria de aproximadamente dos años y medio. Actualmente, solo siete de los 20 países de la eurozona operan un sistema de tarjetas nacional, dejando al resto dependientes de proveedores internacionales.

"El euro digital no es solo un medio de pago, también es una declaración política sobre la soberanía de Europa y su capacidad para gestionar el pago, incluyendo a nivel transfronterizo, con una infraestructura y solución europea", dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una conferencia de prensa en Copenhague.

"Este (compromiso) fue un buen paso en la dirección que esperamos se complete lo antes posible", añadió. Según Piero Cipollone, miembro del consejo del BCE, el euro digital podría implementarse a mediados de 2029.