La infertilidad es problema de salud pública ignorado y acceso limitado a la atención
La infertilidad es un desafío de salud pública desatendido y los países deberían hacer más para prevenirla, diagnosticarla y tratarla, afirmó el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aproximadamente una de cada seis personas en el mundo experimenta infertilidad en algún momento de su vida. Se considera una enfermedad reproductiva que afecta a hombres y mujeres y que puede identificarse tras un año de relaciones sexuales regulares sin protección sin lograr un embarazo.
Mientras la demanda de atención a la fertilidad crece en todo el mundo, la OMS señaló que el acceso sigue siendo muy limitado. En muchos países, la población gasta grandes sumas en pruebas y tratamientos, algo que puede ser "catastrófico" desde el punto de vista económico, indicó la agencia.
Añadió que en algunos países un ciclo de fecundación in vitro (FIV) puede costar el doble de los ingresos anuales medios de un hogar. La infertilidad también puede provocar problemas de salud mental y un estigma social que afecta de forma desproporcionada a las mujeres, señaló la agencia.
"La infertilidad es uno de los desafíos de salud pública más desatendidos de nuestro tiempo y una gran cuestión de equidad a escala mundial", afirmó en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"Millones afrontan este camino en solitario, excluidos por el coste de la atención, empujados hacia tratamientos más baratos pero sin evidencia, u obligados a elegir entre su deseo de tener hijos y su seguridad económica", añadió.
En su primera guía sobre este tema, la OMS instó a los países a ampliar el acceso a la atención de la fertilidad y a promover "el derecho de cada persona y cada pareja a decidir" si quiere tener hijos, cuántos y cuándo.
La nueva guía señala que las autoridades sanitarias y los médicos pueden ayudar a prevenir la infertilidad informando sobre factores que aumentan el riesgo, como fumar o no tratar las infecciones de transmisión sexual (ITS).
También aboga por un diagnóstico precoz tanto en hombres como en mujeres, y sostiene que quienes lidian con la infertilidad deben tener acceso a tratamientos, empezando por las opciones más económicas y eficaces, y a apoyo en salud mental.
La guía llega en un momento en que los pacientes se enfrentan a barreras para acceder a la atención de la fertilidad en todo el mundo. En Europa, Bélgica y Países Bajos destacan por su marco legal, la financiación pública y la percepción de los pacientes sobre la atención a la infertilidad, según una clasificación anual de la organización Fertility Europe y el Foro Parlamentario Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF).
Albania, Azerbaiyán y Kosovo figuran a la cola entre 49 países europeos, según el informe del año pasado. La nueva guía de la OMS no es exhaustiva. La organización prevé formular recomendaciones adicionales en futuras versiones. "Animamos a más países a adoptar esta guía, para dar a más personas la posibilidad de acceder a una atención asequible, respetuosa y basada en la ciencia", dijo Tedros.
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