La chaqueta mágica que lleva 60 años resistiendo a la lluvia

Lo primero que uno encuentra al cruzar la puerta del cuartel general de BasicNet en Turín es la placa de la compañía que lo levantó —en los cincuenta fueron las oficinas de Calzificio Torinese, que arrancó en 1916 haciendo calcetines, surtió al ejército italiano en la Segunda Guerra Mundial y terminó vistiendo a la Juventus—; un mostrador con los paneles originales de madera que le haría los ojos chiribitas a Wes Anderson; y un Apple IIc: el primer intento de la tecnológica californiana de construir un dispositivo portátil. Marco Boglione lo compró por 1.250.000 liras y fue el detonante del negocio que arrancó en 1994 y hoy, con sus hijos Lorenzo y Alessandro al frente, compartiendo desde abril el título de CEO, se ha erigido en un imperio textil que recoge a K-Way, Superga, Kappa, Sebago, Jesus Jeans, Briko y Sabelt.
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