Lagarde, en un tiovivo; Powell, en la montaña rusa extrema
 
                        No hubo sorpresas en la reunión del BCE en su reunión celebrada en Florencia, ni Christine Lagarde dio tampoco la sensación de querer dar muchas pistas al mercado. La autoridad monetaria europea sí acordó iniciar el trabajo técnico para el euro digital, a la espera de que el escéptico ponente del PPE plantee su propuesta legislativa. Más allá de la versión electrónica de la moneda, la cara visible del euro optó por saltar turno, aunque su referencia a que algunos riesgos de enfriamiento han remitido dejó el terreno marcado a las palomas que puedan rondar el comité (Lagarde admitió diferentes opiniones sobre la inflación). El BCE no va a mover tipos en diciembre salvo sorpresa mayúscula, y la presidenta parece muy cómoda con el hecho de que sus intervenciones no sean necesarias a la luz de los datos económicos.
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